Capítulo 12: Voces Misteriosas (II-II)

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Pista de audio recomendada: Mienai Teki - Gate.

—¿Ya se siente mejor profesor? —preguntó Finn, sentado en el sillón, junto a Jack

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—¿Ya se siente mejor profesor? —preguntó Finn, sentado en el sillón, junto a Jack.

—Sí Finn, gracias por todo —dijo Jack, con una sonrisa apaciguadora.

La casa de Finn no era muy acogedora, pero por lo menos había una sala en la cual estar. Los muebles viejos de madera lucían bastante polvosos y, los sillones, parecían a punto de romperse. No estaba enterado de que su estudiante viviese en una situación así.

Niel ya se había encargado de contar todo lo sucedido a Zenna y a Finn.

—Al final no hemos encontrado nada —decía el joven, decepcionado.

—Yo no diría eso —interrumpió Zenna—. Finn y yo encontramos restos de huevos. Digo restos, porque parece que habían eclosionado hace algo de tiempo. Creo que nuestros amigos se divirtieron un poco antes de entrar a la mina.

Jack se incorporó hasta quedar sentado.

—Y tenemos muestras —dijo, con un quejido de por medio—. Observad las pistas que hemos encontrado, son pequeñas piezas de un gran rompecabezas.

—¿A qué se refiere profesor? —preguntó Finn, curioso. Niel y Zenna, miraron a Jack con el ceño fruncido.

—Veréis —comenzó—. Hasta ahora sabíamos que esta mutación afectaba sólo a los huevos de reptil. También sabíamos que esa mutación provenía de la mina de Valtag y que las serpientes no cambian físicamente, pero sí internamente. —Zenna y Niel asintieron, aunque Finn no parecía entender la conversación.

»Ahora —continuó Jack—, hemos confirmado que los reptiles pequeños, como los camaleones y lagartijas, no soportan el cambio y mueren. Y como no encontramos ningún otro varano muerto, además de la pareja adulta, me hace pensar que los pequeños sobrevivieron y se han negado a entrar en la mina por alguna razón. También me gustaría hacer énfasis, en el hecho de que el monte Brauquiana se reactivó, casi, cuando todo esto comenzaba.

Los muchachos se miraron unos a otros, confundidos.

—¿No os dais cuenta de que quizá todo podría estar conectado? —agregó Jack—. Cosas, que parecían ser imposibles, están sucediendo frente a nuestros ojos. Aquí está ocurriendo algo mucho más grande de lo que podemos imaginar, tenemos que abrir nuestra mente a nuevas posibilidades. Siempre es así en un nuevo descubrimiento. El camino no está marcado, hay que encontrarlo.

Jack no lo había dicho, pero, además de esto, sabía que si las crías de varano que mencionaba Zenna, habían logrado nacer, era muy probable que estuviesen sufriendo los mismos cambios que la iguana de Finn. Es más, estaba casi completamente seguro de que, por lo menos, algo de relación deberían tener. Si pudiesen encontrarlos, sería un avance decisivo. Compararlos con Bertha era primordial, claro... si Finn lo permitiera. Es por eso que había omitido ese detalle, por guardar el secreto de su alumno.

Lluvia de Fuego: La Era del Fuego IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora