En el Medio Pt. I

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Olivia se colocó su bata violeta y la ató apresuradamente antes de correr hacia el portero eléctrico y atender con la voz llena de dudas

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Olivia se colocó su bata violeta y la ató apresuradamente antes de correr hacia el portero eléctrico y atender con la voz llena de dudas. La preocupación dio paso al enojo cuando escuchó a Gianmarco al otro lado. Se limitó a abrirle para que subiera y se marchó al baño para poder arreglar un poco su cabello y lucir más presentable. Eran las ocho de la mañana del sábado y muchos posibles escenarios daban vueltas en su cabeza.

Corrió hacia la puerta cuando lo oyó entrar y se posicionó frente a él con los brazos en jarras, buscándole heridas con una mirada veloz.

—¡Pensé que habíamos dejado esto en el pasado! —le advirtió—. ¡Se suponía que esta versión de Gianmarco moría en Neuquén!

Él sonrió débilmente, achinando los ojos por el sueño y encogiéndose de hombros.

—No es lo que pensás, Oli —le prometió.

Ella no le creyó. En el pasado, muchas veces lo encontró en la puerta de su casa, ebrio y con golpes por alguna pelea con tipos peligrosos. En aquella ocasión no había golpes a la vista, pero el olor a alcohol estaba.

—Entonces debés haber estado acostándote con alguna...

—Estuve con Fátima —la interrumpió él antes de que finalizara con su insultante suposición.

Los ojos de Olivia se abrieron inmensamente y sus labios formaron una línea recta.

—Ah... —Fue todo lo que brotó de su boca.

Gianmarco se pasó una mano por el espeso cabello negro intentando acomodarlo un poco y queriendo ganar tiempo, pues habló mucho sobre Fátima con Olivia. Lo último que su mejor amiga sabía, era que él no estaba dispuesto a intentar de nuevo.

Así fue, Gianmarco intentó mantenerse firme porque, antes de verla en aquella fiesta, estaba absolutamente seguro de que tomaba la decisión correcta. Él fue a Córdoba con una misión y no podía perderla de vista solo porque algo en Fátima lo llamaba todo el tiempo, incluso cuando se pugnaba por olvidarla.

No lo logró. Decirle las cosas que dijo requirió de todas sus fuerzas, fue en contra de todos sus instintos. Al final, cuando ella lo besó, no pudo más que corresponderle. La deseó todo aquel tiempo. No podía mentirse a sí mismo, y no podía mentirle a Olivia tampoco.

—Es que cuando la vi en la fiesta... —Se detuvo a tiempo. Aquello tenía más sentido en su cabeza, decirlo en voz alta era simplemente estúpido.

—Actuaste con tu... quisiera decir "corazón", pero no sé si eso fue —replicó Olivia agriamente.

Gianmarco suspiró y se encogió de hombros. Sacó un cigarrillo y se fue al balcón, seguro de que su mejor amiga lo seguiría para poder hablar de aquello. Fue así a medias: Ella se apoyó en la puerta sin salir del todo, pero prestándole toda su atención.

El muchacho encendió su cigarrillo y se volvió hacia Olivia con una mirada que imploraba comprensión, esa misma que ponía cuando se embriagaba y aparecía en su casa tambaleándose y lleno de golpes.

Hija de la Muerte -Ganadora de los Wattys 2018-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora