CAPÍTULO 8 -¿QUÉ TAL SI?

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¿Cómo es que Arturo había terminado de aquella penosa manera?

Debajo del cuerpo el detective se encontró con una gran proliferación de capullos vacíos de curtonevra y calliphora, así como pequeñas larvas de mosca de las especies lucilia caesar y sarcophaga carnaria. El detective pudo observar que los orificios naturales del cuerpo que se encontraban a la vista estaban plagados de estos insectos, así como de las moscas en las que se convertirían. Un hecho lógico si se consideraba que estos dípteros eran los primeros en aparecer en un cadáver fresco, atraídos por el aroma característico de los albores de la putrefacción. Lo hacían para alimentarse de la carne y depositar sus huevecillos en cualquier hueco, orificio o herida a la vista.

Espíndola tomó con una mano un pequeño puñado de larvas oscuras y aplanadas, muy distintas de las que se retorcían por doquier, que eran amarillentas y blanquecinas.

Sylpha obscura—murmuró por lo bajo, completamente confundido y abrumado por lo que un descubrimiento como ese podía conllevar.

¿Es que aquello venía a significar que Arturo había fallecido antes que Guadalupe?

Se puso de pie casi de un salto sin más deseo de continuar con su inspección. Trastornado, dejó caer el cúmulo de tierra y larvas que acababa de recoger y dio unos pasos hacia atrás.

—¿Sucede algo, detective? —indagó el agente Gonzáles con una evidente muestra de angustia —. ¿Encontró algo extraño?

Sylpha obscura —repitió por lo bajo.

—¿Cómo dice?

Espíndola no respondió y, arrojando los guantes al suelo, dio media vuelta y se dirigió al auto, tremendamente confundido.

—¿En verdad este es el detective que trajeron de Londres? —preguntó uno de los policías a Hernesto Gonzáles.

—Ya sabe lo que dicen, oficial. Las mentes brillantes suelen tener una mente caótica.

—Pues se dice por ahí que Espíndola no es que tenga una mente caótica, sino que está enfermo por completo. Que tiene una obsesión enfermiza por los insectos.

El agente Gonzáles no respondió. Se quedó observando la carretera en la que Francisco Espíndola acababa de perderse. Caminó unos cuantos pasos en su dirección y recogió el sombrero que el detective había perdido en su accidentada retirada. Lo limpió y echó un vistazo al cadáver del joven. ¿Qué sería lo que lo había asustado así? ¿Es que encontró algo extraño en ese chico?

 ¿Qué sería lo que lo había asustado así? ¿Es que encontró algo extraño en ese chico?

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Calliphora [Serie Fauna Cadavérica 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora