71: Bad Romance

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El título es por la canción Bad Romance de Lady Gaga.

Axer

Sinaí regresó a la vida con una respiración fuerte contra los labios de Axer que la reanimaban. Lo rodeó con sus brazos, besándolo con pasión y desespero mientras él terminaba de llevarla al orgasmo más insólito y alucinante que ella había experimentado. Él también acabó dentro de ella, pero ninguno de los dos dejó de besarse como si la vida dependiera de ello, porque acababan de conectarse de una manera que no tenía precedentes ni explicación.

Axer había matado, y luego revivido, a muchas personas, pero jamás durante el sexo. También había tenido sexo otras veces, pero nunca había experimentado un estado de éxtasis semejante. Y Sinaí... Bueno, era la primera vez que moría.

Nadie lo entendería si alguna vez lo contaban. Eso concluyó Sinaí mientras besaba a Axer, sabiendo que no le bastarían cinco meses a su lado. No le bastarían diez. No le bastaría un estúpido año. Ella necesitaba una vida para saciarse de él, porque nadie jamás la haría sentir como Axer Frey podía.

Axer le acariciaba el rostro mientras con pasión se bebía ese aliento de vida en los labios de ella. Estaba mareado de tanto placer, jamás había sentido nada parecido. Era eso lo que le faltaba. Lo que estaba mal con él antes no era que no pudiera sentir placer, sino que no la había conocido a ella.

De una manera extraña, ilegal y retorcida, eran el uno para el otro. Mentes gemelas.

Pero entonces llegó el pánico. Axer pareció asimilar lo que acababa de hacer así que se apartó de su novia lo suficiente para mirarla a los ojos. Ella todavía intentaba recuperar la respiración.

—¿Estás bien? —preguntó Axer con una mano en su rostro.

—¿Bien? —bufó Sina—. Tu abismo es mi nuevo lugar favorito, Axer Frey.

Él sonrió y se tumbó junto a ella en la camilla, enlazando los dedos de sus manos.

—Esta es tu última oportunidad de salir, Schrödinger. Luego tu única alternativa será escapar, y no creo poder dejarte.

—Estás jodido, Frey, no pienso ir a ningún lado. ¿Esto era parte de tu experimento desde el comienzo? —inquirió Sina con una sonrisa juguetona.

—Claro, Nazareth. Por eso el contrato decía explícitamente que nada de sexo.

Sinaí arqueó una ceja ante el sarcasmo de Axer.

—Perdone usted, don genio, porque yo no sea tan buena sacando conclusiones con la cabeza drogada por haber tenido el mejor puto orgasmo de mi vida.

—Para ser justos, es más lógico que la confusión sea por la falta de oxígeno en el cerebro, pero como tú digas.

—Esas nos son las cosas románticas, o sucias, que deberían decir los novios después del sexo, Frey. Y yo que pensaba que esta primera cita no podría ser más rara.

Axer, riendo, rodeó a Sinaí con sus brazos y la subió encima de él. La miraba desde abajo, cómo su sonrisa parecía disipar cualquier reparo existente. Se veía más que cómoda con él: se veía feliz.

—Entonces... —preguntó él pasando el cabello de ella detrás de su oreja—. ¿Serás mi novia?

—Pff, después de esa cogida hasta nos casamos si quieres.

Sonriendo, Axer negó.

—Tú ya me ilusionaste, gatita. Así que, sin secuestro, no hay boda.

—No pensé que fueses tan masoquista, Frey.

Nerd: obsesión enfermiza [Libro 1 y 2, COMPLETOS] [Ya en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora