HYBRID I

Capítulo 23.

—¡Arg! —Jacob espiró con fuerza, como si alguien le hubiera golpeado en la barriga—¡Vaya mierda!

Giro la llave del encendido, le temblaban tanto las manos, me preocupaba que perdiera los nervios.

—¿Qué ocurre? —le preguntó Bella.

—Vampiro —espetó Jacob con el ceño fruncido.

Sentí a Bella tensarse en mis brazos y me miro preocupada, para después volver a mirar a Jacob.

—¿Cómo lo sabes?

—Por su aroma —le expliqué a Bella —Para los Metamorfos el olor de ellos es insoportable.

—¿Es victoria? —me pregunto Bella.

—No —dijimos Jacob y yo a la par.

—Huele a sangre y dulces, por lo tanto no es un vampiro hostil —dije.

Entonces Bella señaló a un lado de la carretera, era un Mercedes S55 AMG.

—Es el auto de Carlisle Cullen —dijo mirando a Jacob.

—Debo hablar con Sam —dijo Jacob.

Yo asentí, el nos miro culpable, sabía que no quería dejarnos pero las reglas del tratado no le permitían entrar a la casa estando un Cullen en ella.

—Tranquilo, Dya es muy fuerte, puede contra cualquiera —dijo Bella.

Le sonreí.

—Me estás subiendo el ego —le dije divertida.

Jacob sonrió un poco, beso la mejilla de Bella y para mi sorpresa beso cortamente mis labios, desde aquel día en que se coló a mi habitación no nos habíamos vuelto a besar o acercar tanto como esa noche.

Bella sonrió encantada mirándonos.

—Suerte chicas —dijo dándose media vuelta y adentrándose en el bosque.

Caminamos a la casa la cual estaba completamente oscura, mire a Bella la cual se aferraba a mi brazo, saque las llaves de mi pantalón, abrí la puerta y entramos a la casa.

Una chica unos centímetros la baja que yo, de cabello corto y una belleza descomunal estaba en la mitad de la sala, miraba a Bella como si fuera un fantasma.

—Alice —saludo Bella aún abrazada a mi brazo.

—¿Bella? —había una extraña mezcla de alivio y confusión en su voz.

Anime a Bella para que se acercará a la vampiro, ella mirándome se separó de mi cuerpo y abrazo un poco incómoda a Alice, se separó de ella al ver como aguantaba su respiración.

—Lo siento —se disculpó Bella.

—Es culpa mía, ha pasado ya mucho tiempo desde que salí de caza, no debería permitirme estar tan sedienta, pero hoy tenía mucha prisa —le dirigió una mirada deslumbrante —hablando del tema, ¿podrías explicarme cómo es que estás viva?

Bella y yo nos miramos de reojo unos segundos.

—Me viste caer —afirmó Bella, sabiendo ya la razón por la que ella estaba aquí.

—No —negó con los ojos entrecerrados —Te vi saltar, le dije que esto terminaría ocurriendo, pero no me creyó. Bella me lo prometió —Imitó la voz de quien estoy segura debe ser Edward —Ni se te ocurra seguir mirando en su futuro —continúo ella, imitándolo —Ya le hemos hecho bastante daño. Pero dejar de mirar no significa que se deje de ver —prosiguió —Te juro que no te vigilaba, Bella. Es sólo que estoy ya en sintonía contigo, es más deje de verte durante muchísimo tiempo, ya no podía ver tu futuro, pero entonces te vi saltar no me lo pensé dos veces cuando, me metí en el avión. Sabía que sería demasiado tarde, pero no podía quedarme sin hacer nada. Así que me planté aquí con la esperanza de que tal vez podría ayudar a Charlie de algún modo y vas tú y llegas... —sacudió la cabeza, esta vez confusa —Te vi caer en el agua, y esperé y esperé a ver si salías, pero no fue así. ¿Qué pasó? ¿Y cómo has podido hacerle a Charlie una cosa así? ¿No te paraste a pensar el daño que esto le causaría? ¿Y a mi hermano? ¿Puedes hacerte una idea de lo que Edward...?

—Alice, yo no intentaba suicidarme —dijo Bella.

Ella la miro desconfiada.

—Entonces, ¡¿me estás diciendo que no estabas saltando desde un acantilado?! —exclamó incrédula.

—No puedo negarlo por que si lo estaba haciendo, pero no es lo que crees, fue por diversión, Dya y yo saltamos un par de veces, fue genial —explicó Bella con una sonrisa.

Note como algo la estaba molestando, sería tal vez que no se hubiera cumplido su visión, entonces note como olfateaba a Bella.

—No seas ridícula —murmuró al tiempo que la olfateaba un poco más, parecía un perro, lo cual es irónico.

—¿Qué haces? —pregunto Bella confundida mientras daba un par de pasos atrás.

—¿Tu mejor amigo es un hombre lobo? —dijo de la nada, alce una ceja, Metaformo, quise decir. Bella asintió no muy convencida de si aceptarlo o no —¿Desde cuándo sucede esto?

—Desde hace poco —dijo, sonaba a la defensiva —Se convirtió en lobo hace sólo unas pocas semanas.

—¿Un licántropo joven? ¡Eso es todavía peor! Edward tenía razón, eres un imán para el peligro. ¿No se suponía que te ibas a mantener al margen de los problemas? —dijo enfadada.

—Los hombres lobo no son nada peligrosos —refundido, mientras volvía junto a mi, sabía que no le había gustado lo que dijo.

—Hasta que pierden los estribos —sacudió la cabeza de un lado al otro con energía —Estas cosas sólo te pasan a ti, Bella. Nadie debería haber estado mejor que tú cuando los vampiros nos marchamos de la ciudad, pero tú tenías que involucrarte con los primeros monstruos que te encontraras.

Ya está, iba a hablar pero Bella me interrumpió.

—Los hombres lobos no son ningunos monstruos, te prohíbo hablar mal de mis amigos, Alice, los vampiros no se fueron, no todos. Victoria me habría capturado a estas alturas de no ser por los ellos —me tomo de la mano y yo se la apreté cariñosamente —Si no hubiera sido por Jake y la manada, Laurent me habría atrapado antes que ella —sabía que no diría nada de mi, ella sabía que era peligroso —Esos monstruos como tu los llamas me salvaron y a pesar de todo no me abandonaron como tu y tu familia lo hicieron.

—¿Victoria? —susurró ella —¿Laurent?

—Dejarla de esa manera no fue lo mejor —dije yo haciendo que me mirara por primera vez desde que habíamos llegado —Después de todo, Bels es un imán para los problemas.

Bella me miro y río asintiendo con la cabeza.

—Te ves diferente Bella —dijo Alice al parecer notando algo.

Bella tomo un mechón de su cabello y sonrió.

—Tal vez es por mi pelo, o tal vez sea que ya no me visto tan mal —dijo encantadoramente, Alice se veía muy sorprendida —Alice ¿con qué pensabas que te ibas a encontrar? —suspiro Bella —Quiero decir, además de verme muerta.

—Yo, sólo... me alegra verte feliz —dijo finalmente.

—Créeme que todo esto es debido a Dya a Jake —me sonrió —Si no hubiera tenido a mi mejor amiga conmigo, tal vez nunca habría salido de la depresión en la que estaba.

—¿Depresión? —murmuró afligida.

—No fue nada fácil afrontar su partida ¿Sabes? Estuve meses sin hacer nada más que ir a clases y trabajar, pero desde que Dya apareció nuevamente en mi vida todo ha mejorado.