Capítulo 28.

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Dione.

Todos comenzaron a caminar directo al estacionamiento, miraron con sorpresa como una Rubia y un chico enorme los esperaban en un hermoso Sedán Negro.

—No lo hagas —susurró Esme —Ella lo ha pasado muy mal.

—Qué menos —dijo Edward alto.

—No ha sido culpa suya —intervino Bella.

—Déjala que se disculpe —suplicó Esme.

Bella parecía incómoda, así decidí dejar de hacerla sufrir, me levanté de la moto y levanté uno de los cascos haciendo señas, vi alegre como una enorme sonrisa se dañando a por sus labios y después de soltar un chillido de emoción corría hasta mi, nos abrazamos como si no nos hubiéramos visto desde hace años, cuando no habían pasado más de veinticuatro horas.

—Mi pequeña Dya, te extrañe mucho —dijo separándose de mi y comenzó a besar mi cara.

Me separe haciendo puchero.

—Bels, solo han pasado veinticuatro horas, además me llenas de babas —me queje.

—Me amas —dijo burlona.

—Desgraciadamente —dije ahora yo.

Me golpeó el hombro mientras me miraba mal, le saque la lengua y le pase un pequeño bolso con el traje, sonrió y entró a los baños que allí se encontraban, sentía la mirada de todo el clan Cullen sobre mi, me gire y Alice me sonrió, le devolví la sonrisa y la saludé con la mano, escuché los pasos de Bella así que la mire, sonreí al verla con su traje.

—¿Dónde estaba? —me pregunto.

—En mi habitación, debimos dejarlo allí después de comprarlo —me encogí de hombros —Despidete de los Cullen.

Ella asintió y se alejó un poco en dirección de ellos.

—¿Bella? —dijo la rubia al verla llegar junto a ellos.

—¿Sí, Rosalie? —le pregunto.

—Lo siento muchísimo, Bella, me he sentido fatal con todo esto y te agradezco un montón que hayas tenido el valor de ir y salvar a mi hermano después de todo lo que hice, por favor, dime que me perdonas —sus palabras eran sinceras, aunque se notaba que no era de las que se disculpa.

—Por supuesto, Rosalie —mascullo —No ha sido culpa tuya en absoluto, la culpa es de Edward —dijo sería, una sonrisa se instaló en mis labios, más al ver como el vampiro la miro incrédulo —No me mires así, tu deberías aprender a confirmar las cosas, por eso mal interpretarse las palabras de mi pequeña Dya, no tienes idea de lo culpable que se sintió por tu culpa, además fuiste muy grosero cuando llamaste.

—Bella... —comenzó.

—¡Bella nada! ¡Estoy muy enfadada contigo ahora mismo Edward Cullen! —exclamó roja de la furia, esto se ponía bueno —Ahora mismo necesito descansar, pero más te vale aparecer mañana a primera hora en mi casa, tu y yo tenemos una conversación pendiente —lo miro fríamente, entonces se giro a los demás con un rostro la tranquilo —Fue muy agradable volver a verlos.

Se dio media vuelta y vino en mi dirección, le tendí un casco y me rodé para que ella se sentará delante.

Le lance las llaves y ella sin dudarlo subió a la moto, puse mis manos en su cintura y ella arrancó a toda velocidad logrando que la moto se levantará un poco, solté un grito por la sorpresa y nos dirigimos a toda velocidad a Forks.

Al llegar nos estacionados frente a la casa de Charlie, el ya se había resignado a vernos en motos ya fuera en Romeo o en William (La Honda de Bella). Bajamos de la moto y entramos entre risas a la casa.

—Aun no puedo creer como lo trataste —dije divertida.

—Él se lo busco, se comportó como un completo idiota —dijo Bella.

—Hola tío/Papá —saludamos a la par mientras entrábamos a la cocina y besamos sus mejillas.

—Hola chicas, que tal su viaje en carretera, saben que no me agrada mucho que anden en esas motos —dijo.

—Tranquilo tío, nos quedamos en casa de Luna —dije preparando un par de sándwiches para Bella y para mi.

—Al final los Cullen si regresarán al pueblo —dijo Bella —Recibí un mensaje de Alice.

Charlie suspiro y me miro, le sonreí y asentí tranquilizándolo.

—Ese chico —dijo tío Charlie.

—¿Eduardo? —pregunte yo obvia.

Charlie sonrió alegre y Bella estaba divertida.

—Si ese, como vuelva a lastimarte lo mataré —dijo serio.

—Yo podría ayudarte con eso tío, y estoy segura de que Jacob y los chicos también se nos unirían —dije segura.

—Por cierto, Eduardo —dijo Bella siguiéndonos el juego —Vendrá mañana.

Vi como Charlie se tenso.

—No te preocupes tío Charlie —dije reconfortándolo.

—Como dice Dya, no te preocupes papá, sólo necesito hablar con él —dijo Bella.

Charlie suspiro y asintió resignado.

—De todos modos todos sabíamos que tarde o temprano esto pasaría —dijo Charlie.

Asentí dándole la razón.

Charlie regreso al trabajo y Bella y yo nos quedamos en casa, vimos películas todo el día, hasta que llegó la noche y nos fuimos a su habitación.

—¿Bella? —la llame.

—¿Si Dya? —dijo girándose para mirarme.

—Regresaras con él ¿verdad? —pregunte.

Se quedó unos minutos en silencio, dándome así su respuesta.

—Quiero estar con él, pero me preocupa mucho...

—¿La inmortalidad? —pregunté.

Ella asintió.

—Mientras estuvimos en Volterra los Vulturis pusieron como condición para dejarnos ir que yo fuera transformada, estoy segura de que Edward buscará la manera para que eso no ocurra, él es...

—¿Frustrante?

—¡Si! Y mucho, me enoja la idea de no estar con él sólo por su miedo a volverme un "monstruo" —hizo comillas con sus dedos.

Negué divertida.

—Entiendo lo que quieres decir, eso deberías hablarlo con él mañana cuando venga —dije.

Ella asintió.

—Podrías quedarte aquí conmigo mañana —me pidió. La mire insegura —¿Por favor?

—Está bien, pero estaré apartada para darles su espacio, si algo me llamas —dije, ella asintió con una sonrisa.

—Te quiero Dya —dijo abrazándome.

—Y yo a ti, Bels —le asegure, poco a poco se fue quedando dormida.

...

Ya solo faltan dos capítulos para terminar este libro. 😢

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