Capítulo 2.

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Dione.

Un par de días más tarde estábamos sentadas en el sillón de la sala de Charlie, hablando de cualquier cosa.

-Quiero un cambio -dijo Bella de la nada.

Sonreí divertida.

-¿Cómo en las películas cuando cierras un ciclo? -le pregunté.

-Exactamente, así -aseguró.

Me escogí de hombros.

-Bien, comenzaremos ya mismo, ves a ducharte mientras yo preparo lo que te pondrás -dije mientras subíamos las escaleras a su habitación, ella tomó su ropa interior y corrió al baño.

Saque un jean oscuro ajustado, una polera blanca y un abrigo café, busque unas botas y me sorprendí al ver que tenía unas de tacón no muy altas, deje todo en su cama, justo cuando entró.

-Te esperaré abajo -ella asintió.

Estaba feliz de haber animado a Bella, siempre habíamos sido muy unidas, iba a visitarla a florida en todas las navidades y en verano veníamos a Forks.

La escuché bajar las escalera y sonreí al verla.

-Te ves increíble -dije con una sonrisa.

-Gracias -dijo tímida.

-Bien, vamos -salimos de casa, la detuve al ver que se dirigía a su Pickup, muy bonita la verdad, se notaba que era vieja pero eso no le quitaba lo encantador -Iremos en mi auto -señale la Range Rover estacionada frente a mi casa.

-Maldición, es hermosa -dijo anonada.

-Lo se -dije divertida.

Subimos al auto y nos dirigimos a Port Angeles, nuestra primera parada fue en una tienda de ropa, compre todo lo que en mi opinión necesitaba, se negó a dejarme pagar todo aquello pero al final a regañadientes me dejó.

Después fuimos a comprar maquillaje, sólo para ocasiones importantes, compre algunos productos para su cabello además de broches y gomas para el pelo.

Por último fuimos a una peluquería, allí le cortaron sólo un poco el cabello y se lo tiñeron de un rubio rosa muy claro, había que admitir que ese color le quedaba increíble.

-Te ves preciosa -dije segura.

Ella se sonrojo y me miro con una sonrisa.

-Gracias por todo esto, Dya -dijo sincera.

-No es nada, Bels, me encargaré de que a partir de ahora seas feliz -dije segura -¿Vamos a comer?

-Por favor -dijo.

Me reí y fuimos a un restaurante, pedimos algo y comimos tranquilas, después regresamos a Forks, dejamos las cosas en la habitación de Bels y después fuimos a mi casa.

-No me creo que siendo menor que yo vivas sola -dijo divertida.

-Venga Bels, toda mi vida e sido independiente y lo sabes bien -dije burlona.

-Si, es muy bonita la casa -dijo, hice una pequeña mueca.

-No he pasado mucho tiempo aquí, pero tendré que mudarme, me gusta este lugar, de verdad, pero necesito algo más grande, la casa es muy pequeña para lo que me llegará dentro de poco tiempo -le expliqué.

-¿Qué te llegará? -pregunto curiosa.

-Eso es una sorpresa -dije sacándole la lengua.

Ella me miro mal, pero lo que no sabía era que también era sorpresa para mi, mis abuelos no me habían dicho que me enviaron, sólo dijeron que necesitaría mucho espacio.

-¿A dónde te quieres mudar? -me pregunto.

-Estoy pensando en hablar con Billy Black, escuché que hay un tratado, me encantaría hacer una cabaña en medio del tratado -le expliqué.

-No parece mala idea -dijo sincera.

-Cierto -dije segura -Que te parece si mañana me acompañas.

-Me encantaría, hace tiempo no veo a Jacob -dijo.

Abrí mis ojos mientras sentía mis mejillas arder, Jacob fue mi primer amor y crush durante toda mi infancia.

Bella me miro pícara.

-Cállate -dije entre dientes sabiendo lo que pensaba.

-¡Todavía te gusta! -exclamó divertida.

-¡Bella! -chille fastidiada sintiendo como me ardía la cara.

-Extrañaba hacerte rabiar -dijo sincera.

-Yo no -dije de mala gana inflando una de mis mejillas mientras hacía puchero.

-Me amas -dijo burlona.

-Sólo un poquito -dije mirando a otra parte.

Lo que quedaba del día consistió en ponernos al día de todo lo que había pasado desde la última vez que nos vimos, lo cual había sido hace unos cuatro años.

Cuando anocheció ella regresó a casa, dijo que prepararía algo para Charlie, yo por mi parte comencé a hacer un diseño para mi cabaña, estaba segura de que Billy me permitiría hacerla, sólo tendría que hablar con el consejo.

Después de ducharme y vestirme con algo cómodo me acosté en mi cama, sólo era capaz de dormir unas pocas horas, ya que lo hago más por capricho que por necesidad.

Volví a despertar en eso de las tres de la madrugada después de escuchar un grito provenir de la casa de tío Charlie, era Bella.

Me levanté rápidamente de la cama y salí sin importarme nada, abrí la puerta con las llaves que Bella me había dado y después de cerrar subí corriendo las escaleras.

Charlie me miro con la cara desencajada, sin duda le preocupaba mucho lo que sucedía con Bella, entre a la habitación escuchando sus sollozos, me acosté con ella abrazándola.

-Shh, ya paso Bels, estoy aquí -dije tratando de calmarla.

-D.Dya -hipo entre el llanto.

-Aquí estoy Bels -dije acariciando su espalda de manera lenta, poco a poco sus sollozos fueron desapareciendo y comenzó a calmarse, escuche su tranquila respiración lo cual me indicaba que estaba dormida.

-Gracias por todo, Dya -dijo Charlie sincero -Apenas llegaste y ya he podido notar un cambio notorio en Bella.

-¿Aparte de su nuevo estilo? -le pregunté divertida.

Sonrió un poco y asintió.

-A parte de su nuevo estilo -dijo seguro, me dio un beso en la frente y luego una bella -Descansen.

Dicho eso salió de la habitación y yo me dedique a velar los sueños de mi mejor amiga, mire la habitación, estaba completamente segura de que las pesadillas también tenían mucho que ver con este ambiente, seguramente tendría muchos recuerdos de él aquí.

HYBRID IWhere stories live. Discover now