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Este capítulo es una locura... ya van a ver. Voten y comenten que me encanta leerlos (aunque casi nunca sé que responder, wattpad debería dejar dar like a comentarios)

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Ese domingo lo usé para ponerme al día con las clases y el estudio para los exámenes. También le di vueltas una y otra vez al hecho de que el sir y mi madre fueran... ¿cercanos? Sí, esa era la palabra más idónea que se me ocurría para describir lo que veía en la foto.

¿Sabría el sir algo de mi madre? ¿Sería esa la verdad de la que hablaba? Jamás imaginé hallar algo respecto a ella. Debía hablar con mi tía, con el sir, con alguien sobre esto. Pero mi tía se mostraba inquebrantable a mis preguntas y no podía simplemente ir a casa de los Bunner a hacer preguntas.

Así que solo me quedaban mis cavilaciones.

Que el lunes pasaron a ser mías y de Sabrina. Ella insistía en que mi madre y el sir habían sido pareja y que yo era hija del sir, por eso Eliseo y yo no podíamos estar juntos... según ella éramos medio hermanos.

Mi amiga había visto demasiadas novelas.

Aunque tenía un punto, la verdad. Pero me rehusaba a pensar que "mi hermano Eliseo" me había tocado las tetas.

No.

Basta de pensamientos repulsivos.

Además yo era la versión masculina de mi padre, era imposible que no fuera su hija.

Otra cosa en la que Sabrina se mostró muy interesada fue mi cita con Gavrel. No conté muchos detalles, necesitaba mi intimidad. Pero le dije que había avanzado, pero no tanto.

Me acordaba del final de esa situación y el calor acudía a mis mejillas.

¿Qué pensaría Gavrel de todo eso?

Volvía a tener demasiadas cosas en la cabeza a la vez y no le daba la debida atención a ninguna. Como que debía hablar con Eliseo, y en algún momento con Gavrel sobre lo de Hannah.

¿Cómo decirle que su psicópata hermano mayor era un traidor?

Por otra parte vería a Eliseo después de clases, necesitaba aclarar la situación con él con urgencia y él podía en ese momento.

Pero en el receso me llegó un mensaje de Gavrel.

"Sala de música" decía.

Los lunes nadie acudía a esa sala, ya que el coro ensayaba martes, miércoles y viernes y la banda los jueves...

Sabrina me miró con rostro pícaro mientras me alentaba a ir.

Fui a la sala y toqué con delicadeza la puerta, el pasillo del segundo piso estaba vacío, nadie quedaba allí en los recesos y los profesores se atrincheraban en su sala, al final del pasillo.

¿Gavrel querría hablar?

Abrió la puerta y tiró de mí hacia adentro, cerrando y acorralándome contra la madera, mientras sus labios devoraban los míos. No, claramente una conversación era lo que menos quería mantener.

—Te deseo tanto que siento que voy a enloquecer —susurró contra mis labios mientras tocaba la piel de mi espalda bajo la camiseta.

"Somos dos" pensé mientras me aferraba al cuello de su camisa.

—Ta... también te deseo —murmuré cuando sus labios descendieron por mi cuello logrando que soltara ligeros suspiros.

Me alzó del suelo, haciendo que rodeara su cadera con mis piernas y me llevó al escritorio del profesor, depositándome con suavidad.

Deuda de sangreWhere stories live. Discover now