Capítulo 53:

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Después de lo que sucedió con Gordon, Tanner desaparece de mi vida. Sigo viéndolo durante los juegos de los Longhorns, quiénes se llevan el premio de la liga universitaria, y cuando viene a recoger a Pauline, pero nunca pasa el umbral de la puerta de nuestra habitación en el dado caso de que decida bajarse de su camioneta y venir hasta ella, lo cual rara vez hace. Cuando el período académico por fin termina, soy el primer promedio de mi año y mi fotografía sale en el periódico junto a la de otros estudiantes y haciendo par con la página en la que Tanner y el equipo sostienen la copa. Identifico entre ellos a Ibor. Grayson desapareció sin dejar rastro después de un par de juegos más tras lo de la cabaña.

Tras terminar de hacer mi maleta porque pasaré algunos días con mis padres antes de que empiecen nuevamente las clases, mis ojos se dirigen a Pauline, quién sale del baño en un lindo vestido azul cielo que llega a sus rodillas. Sus labios rosados se curvan hacia arriba cuando se percata de que la veo.

Es una lástima que no puedas quedarte. Tenemos tantos planes para estos días libres.

A pesar de lo que dice, su voz no suena como si lo lamentara en lo absoluto.

Mis padres quieren que vaya de visita ─miento ya que tras lo de Gordon se enojaron tanto conmigo por no aceptar terminar mi carrera en Houston que incluso papá no quiere hablarme.

También está enojado consigo mismo porque no pudo protegerme.

Pero hay muchas cosas que escapan del control de nuestros padres.

Hoy es la graduación de Tanner ─dice─. Ya que son amigos podrías acompañarme. No estoy ciega. Sé que se acercaron mientras estuve con mis padres, lo cual me alegra porque los dos son importantes para mí y me hace mucha ilusión que se lleven bien ya que tengo pensado mantenerlos en mi vida a ambos por mucho tiempo. ─Aprieta mi mano, la cual se encuentra apoyada en mi maleta─. Sus padres no vendrán, Savannah. No te pediría esto si no considerara importante que hayan más personas entre el público para él además de mí.

Trago, agachando la mirada.

Miles de razones por las cuales los señores Reed no vendrán a su graduación pasan por mi mente, involucrándome, y a pesar de todo lo que ha sucedido no puedo evitar sentirme mal al respecto.

No sé si está bien que vaya.

¿Por qué?

Hago una mueca, dirigiendo nuevamente mis ojos a los suyos.

Sabes que Tanner es bastante cerrado. No creo que me quiera ahí.

Por supuesto que te quiere ahí ─replica ella con tanta convicción y tan bruscamente que sus mejillas terminan sonrojándose─. Digo, cualquier persona sería feliz al darse cuenta de que le importa a otras. ─Aparta su mano de la mía─. Pero entiendo si tu viaje no puede esperar.

Dicho esto se da la vuelta y se inclina para recoger su bolso de pedrería de la cama, pero mi voz la detiene cuando empieza a dirigirse hacia la puerta. Mi corazón bombea con fuerza contra mi pecho y no tengo ninguna manera de explicar la fuerza con la que necesito estar para él ahí hoy.

¿Puedes darme quince minutos para cambiarme?

Pauline sonríe.

Claro que sí.

*****

Se suponía que iría a comer con Weston antes de irme a Houston, pero le dejo saber que por un mensaje que no podré reunirme con él hoy. En su lugar camino por el césped del campo de fútbol en un vestido lila de seda, completamente liso hasta mis rodillas y con tirantes, sosteniendo una cámara que Pauline me dio y un par de globos blancos que tenemos pensando lanzar en honor a la graduación. Una vez llegamos a los asientos en las gradas y esta empieza, no puedo evitar que mi pecho duela cuando ocupo el lugar vacío con el nombre de la madre de Tanner. Su generación es amplia, así que toma tiempo hasta que finalmente llegamos a su nombre.

Tanner Reed © (Impostores #1) EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora