Capítulo 6

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Estoy bastante tranquila ahora mismo. El césped es verde, el cielo es azul, ¡La vida es buena! Freen ama al comandante y le gusto yo. Bueno, espero gustarle yo, yo. No me conoce como persona, pero le gusta mi cuerpo, lo que ya es la mitad de la ecuación.

Estoy segura de que puedo enamorarme de ella, pero para que eso suceda, primero debo conocerla, y que ella también quiera conocerme, ¿Qué más podría pedirle a la vida? Bueno, hay una cosa, que Freen sea mi novia. Pensaba en eso cuando el jodido balón me pegó en la cara, debo admitir que fue un pase excelente, probablemente por parte de Nam.

¡Mierda, Comandante! Con la mente en el juego — Nam gritó, pensé que estaba enojada, pero parece feliz, probablemente por el llamado de atención que Jeff le hizo a Heng. Estoy entrenando, debería concentrarme en eso. Irin corrió hacia mí, no luce contenta.

Alza la barbilla, déjame ver — sentí un par de gotas de sangre correr por mi nariz, nada de que preocuparse, pero Irin quiere arrancarme la cabeza. — Jodida mierda, Comandante. Ya conseguiste a la chica, ahora necesitas conseguir las semifinales. Por favor, la mente en el juego. Ella está bien, tómense cinco mientras la limpio —gritó al resto del equipo y todas se fueron a la banca.

Yo lo haré — escuché una voz rasposa, baja y atractiva. Irin me dejó en paz.

Princesa, te lo ruego, arréglala. Está jodidamente distraída, no puedo tenerla así, necesito a la Comandante de regreso, no esta excusa de cachorro, ¿Tenemos un trato? — tan divertida que es la estúpida de mi hermana.

Por supuesto, capitana Bella — la pelinegra le sonrió a mi hermana, quien corrió hacia el equipo.

¿Intentas conquistar a toda mi familia y amigos? — le pregunté con seriedad.

¡Claro que sí! Quiero agradarles, podrían ayudarme para cuando te pida ser mi novia y te descontroles tanto que intentes huir hacia las montañas — me limpió, besando mi nariz.

¿Cómoooo? — ¡Dios! Freen Sarocha siempre está un paso adelante de mí. Le sonreí. — No huiría.

¿Lo prometes? — me preguntó con timidez, como si se le hubiera escapado decir todo aquello.

Sí, de corazón. Si estoy mintiendo, entonces que vengan los Vikingos y saqueen mi pueblo.

Oh, Dios, eres una nerd — me abrazó, susurrando en mi oído. — Qué bueno que me guste la historia y tú... Mucho. Estaba pensando, si metes tres goles durante el entrenamiento, te haré una mamada. Si metes dos, te masturbaré. Si metes uno, te besaré en la mejilla para despedirme luego de nuestra cita. Si no metes ninguno, bueno, no habrá cita — besó mi mejilla, soltándome y mirándome a los ojos.

¿Qué? No es justo — quiero saber si está bromeando, pero habla en serio. — ¿Por qué? — esto es caer bajo.

Escuchaste a tu hermana, necesito ponerte en forma. Entonces, ¿Tenemos trato? — buscó mi mano para estrecharla y sellarlo.

Vale, pero si meto cuatro goles, me harás esa mamada y yo podré comerte, ¿Trato? — soy lenta, pero no tanto.

Hecho, no falles. Estaré dándote ánimos por allá, por ti y por nuestra increíble sesión oral — debo admitir que sabe cómo motivarme. Sonrió, corriendo al otro lado del campo donde las porristas estaban practicando. Puedo escucharlas reírse fuerte, probablemente molestando a Freen.

Es la hora de la verdad. No hay nada más que el balón, el equipo y la portería. Escuchó al entrenador gritar. — Será mejor que te concentres, Comandante, o estarás viendo el juego desde la banca — no puedo hacerme esto. Una, porque soy buena en fútbol. Dos, me gusta mucho la boca de Freen sobre mí. Y, tres, odio la idea de perder.

𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 [+𝟏𝟖]Where stories live. Discover now