𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 [+𝟏𝟖]

Capítulo 23

— Porque te amo, Becky. He estado enamorada de ti desde... Siempre. Amo cómo ves el mundo, siempre ves lo mejor en las personas y eres leal, inteligente, divertida, perfecta. Y me amas. Ya lo sabía. No dije nada porque sé cómo te pones ansiosa cuando no entiendes tus sentimientos, porque eres nueva y... ¡Dios! Eres mi estrella, todo lo que necesito. Te amo, por eso estamos aquí. Iluminas mis días, mi vida, cada mañana me despierto y agradezco al universo que me hayas encontrado, que te haya encontrado. Eres... Lo que importa. No necesito los restaurantes elegantes, la cita épica, cada una de ellas lo es a tu lado, porque me amas y yo te amo — ¡Joder! Ahora es la mejor noche de mi vida. La besé. 

— ¿Podemos volver mañana? ¿Puedo pagar las entradas? ¿Vendrías conmigo? — ya que estamos aquí, puedo planear más citas épicas. 

— ¡Claro! Lo que quieras, siempre estaré contigo —  ¿Cómo hace eso? ¿Cómo sabe qué decir todo el tiempo? 

— Vamos a tu casa, por favor. Hay algo que quiero darte  — esta es la noche, estoy segura. 

— ¿Y la cena? — presionó su mano en mi mejilla. 

— Pescado y papas, yo pago, claro — me reí, y ella hizo lo mismo. 

— ¡Claro! Vale, señorita tengo la mejor declaración de amor del mundo. Vamos a cenar. Llama a tu mamá, dile que pasarás la noche conmigo — tomé su mano, caminando al auto. 

— Ya lo hice — besé su mejilla. 

Terminamos cenando justo eso. Estuve conduciendo toda la tarde, solo nosotras dos, siendo tontas, jóvenes y libres, ¡Y enamoradas! Es un sentimiento extraño. No malo, solo inusual. Cuando estoy con ella, siento ganas de reír, gritar, todo. Me siento triste cuando no está, y ansiosa cuando la tengo lejos y no puedo alcanzarla. 

— Estoy llena. Fue la mejor idea, sin snobs, solo nostras dos, pescado y papitas —se rio. Sí, este es el amor de mi vida, Freen Sarocha, parte de la gente rica que no quiere ser solo eso. 

— Podría comer un poco más — le dije, pidiendo otra ración. 

— Bueno, ser una estrella de fútbol tiene sus ventajas, por lo que veo — sonrió. 

— Somos una pareja de estrellas... Una pareja estrella... ¡Agh! Somos... Nosotras... — bueno, ser galante no es mi mejor cualidad. 

— ¡Dios! Eres tan linda. Termina tu comida y vámonos, bueno, primero quiero pasar a otro lado, ¿Sí? — claro, puedo hacer eso. El plan se jodió, pero fue asombroso. 

— Sí.

Estacioné el auto y no puedo creer que estamos aquí, en un parque. Terminaremos nuestra cita con una caminata que no planee, es muy romántico. A esta hora no hay mucha gente, deslicé mi brazo sobre sus hombros y caminamos sin rumbo. 

— La primera vez que te vi, vine aquí. Me recordaba a ti, tranquilo, hermoso, como tú. Cuando... Recuerdo algunas de las cosas hirientes que me decían, venía, porque de una manera estúpida e ilógica, te sentía cerca de mí, incluso si no habíamos hablado, y me sentía segura. Cuando supe que estaba enamorada de ti, vine para sentirme cerca. Entonces, este es el lugar que me recuerda a ti. Abierto, salvaje, hermoso, tranquilo, confiable. Te amo, Becky, y se siente bien decirlo en voz alta — joder, eso fue hermoso, ¿Cómo puedo igualarlo? 

— Te amo, muchísimo — besé su cabeza, caminando. Mierda, realmente lo hiciste, Rebecca. Luego de un par de minutos, me siento lista... — ¿Podemos ir a casa? — le pregunté, quiero terminar nuestra cita en el paraíso.