𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 [+𝟏𝟖]

Capítulo 18

Entonces, esta es una fiesta de victoria de campeonato, ahora sé lo grandes que son. El lugar está lleno, sigo sin entender cómo los hermanos Orntara tienen un sitio para hacer esto, pero dejé de cuestionarlo. Probablemente, toda la escuela está aquí. La gente está jugando juegos de bebida, bailando, fumando, corriendo para buscar sitios donde... Hacer cosas. Están haciendo todo lo que veía en las películas y más, si Skins me ha enseñado algo, es que una fiesta así de grande no puede terminar bien. Sin embargo, no me quejo, me siento eufórica y no he bebido nada, Freen ha estado muy seria con eso de no mezclar alcohol con los medicamentos, por lo que ha tenido que declinar cada oferta que nos llega.

— Lo siento, Non. No puede beber, órdenes del doctor — le dijo al chico, quien estaba bastante ebrio. Me está abrazando de la cintura, porque sabe que en un lugar lleno de personas,  me pongo ansiosa, y la única medicina para eso es ella, mi novia.

— Mierda, perdón, me olvidé... No hay problema, nosotros beberemos en tu honor, ¿Y tú, princesa? ¿No nos acompañas? — puso el vaso rojo en sus labios, sorbiendo aquel líquido desconocido.

— Lo siento, estoy en patrulla de novia — sonrió, tomando un trago de agua.

— Creo que deberías bajar el ritmo — dije, un poco preocupada por él.

— Comandante, en mis diecisiete años de vida he aprendido que si no tomas riesgos, no puedes ganar — me dedicó esa sonrisa de borracho.

— ¿Ganar qué, Non? ¿Un aneurisma? — Freen preguntó, a lo que él solo sonrió y siguió su camino.

— Lisa lo rechazó. Él sabía que no tenía ninguna oportunidad, pero igual lo intentó. Luego de que ustedes dos se juntaran, pareciera que el amor está en el aire — Chin nos contó. Pude sentir que Freen se tensó un poco, no sé por qué. Cada vez que la palabra amor es pronunciada, se pone... Rara. — Iré a vigilarlo, puede ser un poco problemático cuando está tan borracho — asentí.

— ¿Y qué hay de Lee? ¿No era su crush? — Freen preguntó al chico.

— ¿Crush? Está completamente enamorado de ella, solo que es demasiado cobarde para admitirlo. No todos son tan valientes como tú, princesa, o tan suertudos — se alejó. Puse mi frente contra la de Freen.

— Es una pena, Non es buen chico — puedo empatizar con él, si a Freen no le gustara, si hubiese sido tímida para hablarme, hubiera estado tan devastada como él.

— Lo sé. Algunas cosas están destinadas a ser, otras no — me dijo, tomando mi mano y dándole un apretoncito.

— Mi novia la filosofa — besé su cabeza, caminando con ella.

— Ganaste el premio mayor, bebé — me sonrió. Por supuesto, eso lo sé. Todos piensan que soy genial, intocable, solo porque soy buena en los deportes y en la escuela, además de que no es que sea desagradable a la vista. Pero nunca he tenido demasiada confianza en mí, no como ahora que Freen apareció.

— No tengo dudas de eso — besé su mejilla.

— Vamos a bailar — tomó mi mano, retrocediendo un paso, pero la detuve.

— No sé hacerlo — me sonrojé. Sí, puedo jugar con el balón, tengo algunos movimientos en el campo, pero bailar... Eso es difícil.

— Bueno... Entonces vamos a la zona de baile y vamos a manosearnos hasta que estés sudando, dura y lista para que te chupe hasta correrte... — ¡Jesús! Quiere matarme.