Capítulo 9

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¡JODER, MIS OJOS! — ese grito me despertó. No sé qué está pasando, por qué Irin acaba de salir corriendo de mi habitación. Siento una deliciosa presión contra mi miembro, algo está moviéndose sobre él... Una mano, pero no es mía.

Freen está dormida a mi lado, en realidad, está sobre mí, soltando ruidos y moviendo sus caderas, su centro está contra mis muslos y está murmurando mi nombre en mi oído. ¡Joder! Ahora lo siento, estoy por explotar, por eso Irin se fue. 

¡Mierda! ¿Qué hago? — Freen, Freen... Despierta, por favor — solo enterró su rostro en mi cuello. — Dios, Freen, por favor.

Cinco minutos más — ¡Dios! Ahora está mordisqueando mi cuello. Su mano está sobre mi entrepierna y su sexo húmedo y cálido presionado en mi muslo. Es una tortura.

¡Freen! No tengo cinco minutos — ahora estoy rogando que se detenga o que termine, no estoy segura de cuál.

Becky — está moviendo más rápido las caderas, respirando contra mi oído. Joder, esto es tan caliente... No ayuda, voy a correrme. — Dios, estás tan dura... Grande... Quiero follarte... Córrete para mí, bebé.

¡Freen vas a matarme!

¿Puedo sacarte los pantalones? Quiero sentirte, por favor.

Joder, sí, puedo... ¿Puedo sacarte las bragas?

¡Sí! No puedo creer que estemos haciendo esto, no era mi intención, pero eres tan atractiva — me quité la ropa, su mano rápidamente me estaba acariciando. Si se sentía divino sobre mi bóxer, ahora estoy en el cielo. 

¿Puedo tocarte? — ahora está recostada a mi lado, con su coño tan cerca de mi mano.

¡Sí! — abrió las piernas y mi dedo del medio la tocó.

Estás tan mojada, ¿Te pongo caliente? — no sabía que hablar sucio fuera tan excitante. 

Joder, sí. Mételo, fóllame, por favor — esto está tan mal, pero se siente tan bien al mismo tiempo. — Dime cuánto me deseas — la mano de Freen estaba apretando mi miembro tan bien que solo puedo gruñir.

Toda tú, todo el tiempo... Mierda... Juega con la cabeza, estoy a punto — esto debe ser un sueño.

¡Dios! No te detengas, haz que me corra... Mueve tus dedos — no dije nada, acaricié su clítoris con mi pulgar. Siento cómo sus paredes aprietan mis dedos. — Joder, Bec, voy a correrme...

¡Mierda! Mueve tu mano.

¡Dios! — se corrió en mis dedos, se siente maravilloso, su humedad y cómo sus caderas se mueven. — Córrete, estoy aquí — hizo algo con su mano y pronto me descargué sobre ella y mi abdomen. 

Dios — ¡Eso fue asombroso! Luego de un par de minutos, me di cuenta del desastre que hicimos. — Joder, Freen, tu mano... Perdón — besó mi mejilla. Ambas estamos sudadas, jadeantes y contentas, ¡Tan contentas!

Está bien, fue excitante, ¿Tienes papel?

Sí — intenté alcanzar mi buró, pero terminé sobre ella. — ¡Hola! Buenos días — besé su nariz, estirándome más para tomar la caja. Ella limpió su mano, sonriéndome. Nunca hice algo así, me vuelve loca, solo siento y actúo sin pensar. Es aterrador. 

Fue increíble... Yo... No soy una zorra... Es solo que... Siempre hueles tan bien y te sientes tan suave y cálida... Dios — escondió su cara en mi cuello, se siente bien.

También me gustas mucho, no te avergüences — besé su cabeza, tomando el papel de su mano para limpiar mi abdomen. — Creo que debemos bañarnos.

¡Sí! Debo irme — está poniéndose de pie, pero la detuve. 

¿Por qué? Pensé que necesitábamos bañarnos... Quiero decir... Dios, Freen — la abracé. — No quiero que te vayas, quiero estar contigo. No sé cómo sentirme, siento demasiado cuando estás cerca.

¿Como si fuera inevitable? — me preguntó, acariciando mi brazo. 

¿También lo sientes así? — me senté recta en la cama, mirándola a los ojos. 

Usé mi bicicleta para venir a acurrucarme a media noche, pensé que estaba bastante claro — le sonreí. Dios, es demasiado. 

Ok, vamos a bañarnos y a comer algo. Te llevaré a tu casa y luego a la escuela, ¿Suena bien?

¡Sí! ¿Qué hay de tus padres? — preguntó con una expresión preocupada. 

Bueno... No podemos bañarnos con ellos, eso sería... Extraño — la miré con seriedad.

¡No! Quiero decir... Eso fue una broma, ¿Verdad? — me miró con una sonrisa. 

¡Yep! Sé cómo hacerlas... A veces — le devolví la sonrisa, su risa es tan adictiva. 

Dios, eres tan perfecta — besó mi cuello, se siente chistoso, como si quemara, pero no importa, Freen está en mis brazos, casi desnuda. 

No te preocupes por mis padres, se fueron temprano a trabajar.

Pero... Son las seis de la mañana. 

Así es su trabajo, los enfermeros nunca duermen. Mañana tienen el día libre — me puse de pie, buscando mi bóxer. Me dirigí al clóset para sacar algo de ropa. — Puedo prestarte unos joggers, ¿Está bien? — Freen se levantó, caminando hacia mí para inspeccionar mi ropa. 

¿Me prestas esa chamarra? ¿La gris? — ¡DIOS! Esa es mi favorita, la que uso desde los doce años, cuando formé parte del equipo. Ya no me queda bien, las mangas son demasiado cortas para mí, pero...

Ajá, es cómoda — ¡Excelente! Soy idiota. 

Lo parece, ¿Olerá como tú? — me dio la estupidez.

Sí... Es mía. 

¡Bien! No tienes idea sobre retórica. Vamos, a la regadera. Quizás podamos asustar a Irin otra vez — Dios, esta chica es... Especial. 


𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 [+𝟏𝟖]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz