Esas cosas no tienen cara

6 0 0
                                    

Toc, toc, toc.

—Lu.

—...

Toc, toc, toc.

—Lu, abrime.

—...

Toc, toc, toc.

—Lu, soy Agui.

Sabo... Sé quién es.

—Abrime.

—No estoy.

—No podés esconderte para siempre. Necesito hablar con vos.

—No penso salir.

—No hace falta que salgas. Dejame entrar.

—...Bueno.

—Gracias.

—Sentate donde querás.

—Gracias. ¿Me querés explicar qué te pasa?

—Les materiales de le nave... Les no identificades...

—¿Qué hay con esos...? No me digas que sabés qué son.

—De hecho... sí.

—¿Son de Zemedügh Wee?

—Sí.

—¿Y cómo lo hicieron? No nos quedamos tanto como para que pudieran estudiarnos tan a fondo. ¿O sí?

—No teno idea.

—Ni siquiera alcanzamos a ofrecer el intercambio oficial de información.

—Lo sé. Lo recordo.

—Lu, me estoy hartando de tus respuestas de telegrama. Necesito más información.

—Entonces, haceme preguntas más amplias. Esto parece un examen de escuela.

—...

—...

—Dijeron que vinieron para ayudarnos. ¿Vos pensás que tienen otro plan?

—No sé, pero no confiaría. A mí me gustaría saber una cosa: cómo saben tanto sobre ustedes. Creí tener uno dispositivo de rastreo, pero me metí en el laboratorio y me revisé por todos lados, y no encontré nada. Tal vez enviaron une nave que nos seguió sin darnos cuenta o... un infiltrado.

—Mierda. No se me había ocurrido. Dejame pensar... A ver... De acuerdo, de acuerdo. Bueno, vamos a hacer esto: seguiremos investigando por nuestra cuenta, pero esto lo vamos a guardar entre nosotros. No estoy segura de que los androides nos dejen andar por ahí sin vigilancia. Necesito a alguien que pueda meterse por ahí sin que nadie se dé cuenta, alguien que sea flexible, sigilose, que sea difícil de detectar por los sensores de la nave...

—Está bien, está bien. Suficiente. Voy a salir. Voy a ayudarte, pero eso de los sensores no me convence.

—Excelente. No te preocupes por los sensores, hace tiempo me metí en los archivos de Adriano y leí tu historia clínica. Te aclimataste tanto a nuestras condiciones, que tu organismo ya presenta características humanas. Te estás convirtiendo en una especie de híbrido. Podría ser una ventaja.

—¿Qué? ¿Por qué te pusiste a leer eso? ¿No son confidenciales?

—Bueno, sí, pero ¡es que estaba muy aburrida! Fue en esos meses de la misión que pasamos sin cruzarnos ni con un mísero asteroide, ¿te acordás? Cuando nos enseñaste a jugar kash-pej y casi terminamos cagándonos a trompadas.

—Ah, sí, me acordo, ¡ja, ja, ja! Nunca la vi a Ondina tan enojada.

—Además, eso probó que la seguridad de la base de datos médicos era bastante mala, así que cuando terminé le dije a Pandora que lo arreglara. Ella también estaba muerta de aburrimiento, así que la dejó a prueba de todo.

—Bueno, me alegro. ¿Tenés algún plan?

—Vamos a reunirnos con los Viejobueno.

—Perdón, ¿qué?

—El viejo Tadeo parece llevarse bien con los androides.

—¿Estás hablando en serio? Esas cosas no tienen cara.

—No me preguntes cómo, pero se les nota.

—Vos estás loca, Águeda.

—Pensalo un poco, querés. Les cae bien, te lo juro. Puede distraerlos, sacarles información... Puede ser muy útil.

—No me convence. Sabrá mucho de física y será un gran científico, pero, para mí, es un boludo.

—¡Lucero!

—Bueno, digamos así: ¿y si es el infiltrado?

—Mierda. No lo había pensado. Lo dudo, igual, pero hagamos de cuenta que tenés razón. Entonces yo voy a hablar con él. Le voy a proponer que investigue por su cuenta o le sonsaque información a los Betas, o cualquier cosa por el estilo, pero no le voy a decir que va a ser una distracción para que vos puedas meterte donde no nos dejan entrar. Esta conversación queda entre vos y yo. ¿Te parece? Tu cara me dice que no.

—Mi cara no miente.

—Lo sé. Pero es lo único que se me ocurre en este momento. No sé cuánto tiempo vamos a poder postergar esa revisión que nos quieren hacer. Necesito tu ayuda, Lu.

—...

—Dale.

—...

—Porfiiiis...

—Está bien, no me hagas carita de perro apaleado. Hagámoslo.

—¡Gracias! Sos le mejore.

—Ya lo sé.


El último viaje de la GorodischerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora