OJOS VERDES 26

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-P-Perdón Padre, ¿puedo pasar?

-sigue.

-ehh, ¿sensei tendrás de casualidad un botiquín?

-¿un botiquín? ¡Están todos bien?

-sí, si lo estamos sensei, solo lo necesito para Rafie.

-¿Para Rafael?...¿se pelearon otra vez?.

-NO, no no no no solo fue un... emmm. Rasguño.

-¿en dónde?

-en su...boca jejem...

-ahh se me está agotando la paciencia con sus juegos bruscos.

>>>ay, sensei si supiera cuales juegos bruscos<<<

-no, es que estábamos, estábamos... >>>no lo empeores Leo<<< ehhh ¿si tienes uno?

-si ya te lo doy..

Splinter saco del cajón de la mesa de noche, donde está puesto el quesofono, una maletica pequeña que tenía medicinas, agua oxigenada, algodones, copitos para los oídos, alcohol y mucho vendaje para muñecas y manos.

Leonardo lo tomo prestado y salió corriendo a auxiliar a su Rafie, Splinter lo siguió, porque quería asegurarse de que estuviera bien su pupilo amo de los sais. Al llegar a su habitación, se sorprendió... Porque todas sus cobijas estaban tiradas en el suelo, sus sabanas sucias y se sentía más calor en el cuarto que en cualquier otra parte de la alcantarilla.

Vio que Leo se lanzó a ayudarlo, se habia arrodillado frente a Rafael que estaba sentado en la cama, lo consentía de una manera muy dulce. Tanto así que su padre no resistió dibujar una sonrisa en su cara, que expresaba ternura por sus hijos adolescentes.

Leo le tocaba la carita, y con cuidado retiraba la sangrecita de sus labios en movimientos delicados para no lastimarlo, le hablaba en japonés...''Anata ga kurāre yokunara totemo zan'nen Rafie ''. A lo que él le respondía... ''No te preocupes, fue un accidente, gracias por ayudarme.'' Le dio un besito en la otra mejilla y guardo el algodón y el alcohol en el botiquín.

Sensei se habia recostado en un borde de la puerta viendo esa escena tan linda entre ojos verdes y Leo. Estaba enamorado de la dulzura con la que hablaban ambos chicos, prefirió no seguirles molestando y se sentó en la sala con ambas piernas cruzadas para ver televisión un rato.

Ya se podía percibir un olor a un sabroso pay echo por Mikey y Donnie, quienes tenían la cocina echa un desastre. Sensei los escucho, y se fue directo a ver qué pasaba con sus hijos menores.

-¡QUE ES TODO ESTE DESASTRE¡¡

-OH Oh¡¡¡..

-te dije que sensei se daría cuenta..

-con el ruido que hacías, como no iba a notarlo.

-oye, no me eches la culpa, el que lamio el cucharon, fuiste tú...

-ahh si, ¿para qué me lo ofrecías?

-!!!SILENCIO...Donatello, Miguel Ángel... se ponen de inmediato a limpiar la cocina hasta dejarla como estaba¡¡¡

-Perdónanos Padre, queríamos hacerte un delicioso Pay de peperonni.

-¿pay de peperonni?

-sipi, Mikey me enseñaba su receta, ¿quieres probar?

- limpien este desorden y comeremos todos de ese Pay.

-Hai, Sensei.

Le hicieron caso, con rapidez y cuidado pusieron todo en orden y lavaron la loza que habían utilizado. Quitaron los implementos innecesarios de la mesa y pusieron platos limpios para los cinco. Ese tiempo de hermanos fue perfecto para que Donnie olvidara lo que habia visto, Mikey lo divertía mucho, y por fin estaba feliz. Fue lindo cocinar con su hermanito. Y, también que le tuviera paciencia.

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