OJOS VERDES 42

113 12 0
                                    


-¡¡¡¡¡Dios santo MIKEY¡¡¡¡¡¡

-no no no no no no, hermanito.

Donnie se echó a llorar en el piso, tirado, con el cargo de conciencia más enorme del planeta y ya sin ganas de nada. Leo paso el portal y lastimosamente lo que vio no era una buena noticia, Miguel Ángel estaba totalmente conectado a unas máquinas que hace mucho le estaban drenando la sangre (así como en la peli) totalmente débil, pálido y congelado por el mismo frio de la sede de los del clan del pie.

Corriendo, Leo fue a desconectarlo de todo lo que le hacía daño, pero las alarmas sonaron y alertaron a los que en ese momento secuestraron a Mikey, se apuró, pero con parte filuda del contenedor se rajo al brazo hasta verlo sangrar, se hizo el fuerte y lo subió a su caparazón, tomo a Donnie de la mano y entre sombras lograron salir de ahí sin rastro aparente de peligro o de que los persiguieran.

Entraron a la guarida y Don se adelantó para auxiliar a su hermanito, estaba demasiado desgonzado, obviamente sin poder hablar e intentando abrir los ojos.

Se abalanzaron a ponerle vendas y curitas, esparadrapo y le dieron adrenalina pera que al menos pudiera respirar bien, mientras el alto se encargaba del menor, Leo fue a su habitación y se encerró para verse la herida.

Estaba muy adolorido, ya la rabia, la furia y su enojo se fueron, ahora se sentía débil y aunque su hermanito estuviera peor, su cicatriz no dejaba nada que envidiarle.

Sin poder vérsela bien, buscó un vendaje mientras se hacía de día y encontrarse con droguerías abiertas pera medicamentos más fuertes contra el dolor. Se acostó un momento y trato dormir un poco, pero por el mismo ardor no pudo.

Donnie en el laboratorio intentaba salvarle la vida a Mikey, estaba en pánico, pensaba que si llegaba Splinter y veía al pecoso de esa forma, obviamente seria severamente castigado o como en su imaginación, hasta expulsarlo u olvidar que es su hijo como a sus hermanos mayores. Lo recostó en la mesa y lo cubrió con una sábana, le examino su cuerpo como pudo y le tomo sus signos vitales.

-aparentemente no sufriste lesiones graves...

Le tomo el pulso y le palpo ambos brazos y piernas para asegurarse que no hubieran huesos rotos, una vez termino, le dio a comer una papilla suave y tibia con un tetero que habia guardado hace mucho y lo espero despierto hasta Miguel Ángel reaccionara.

-lo siento tanto Mikey, todo esto es mi culpa, lo lamento mucho, juro, que aunque sea lo último que haga yo te lo recompensare, te amo hermanito, por favor mejórate pronto, quiero ver tu sonrisa y esos ojos felices a mi lado.

No le paro de acariciar su mano toda la noche, de mirar sus pequitas en sus delicadas mejillas ni de sobar su pancita con mucho amor.

-Miguel Ángel, mira... si me escuchas te quiero decir que soy un tonto por llevarte a esa estúpida misión, un tarado por obligarte y un imbécil por no cuidarte como debía, perdóname hermanito, te juro que no sabía que pasaría eso, pero necesito que estés bien, necesito estar a tu lado y verte reír, necesito abrazarte y saber que estas sano, prometo ya no pensaré solo en mí y voy a ponerte más atención, a cuidarte, a protegerte. Yo sé que solo nos tienes a nosotros, y la verdad es que te noto algo solo, probablemente te sientas así pero, ya no más, jugaré contigo, te hare cosquillitas y estare a tu lado siempre. Solo te pido que estés bien pronto y que vuelva a ver su sonrisita hermosa. Te amo pecosito.

A Don, lo venció el sueño, y recostado al lado de Mikey cogió calorsito y lo abrazo para descansar un poco.

Leonardo acostado de medio lado y rezando porque Sensei no despertara, escucho unos pasos firmes cerca su puerta, se sentó y cubriéndose el brazo, abrió la puerta.

Era definitivamente alguien que no se esperaba.

Ojos Verdes (1)Where stories live. Discover now