Ojos Verdes (1)

OJOS VERDES 40

Asustado por lo que vio y aterrado por lo que habia visto decidio llamar al indicado para esa situación,

-hola Donnie ¿cómo estás?.

-*tratando de hablar y no llorar*-B-bien hermano, te molestaría si vienes a hablar un momento a solas conmigo.

-claro, iré, pero dame unos minutos estábamos cenando en la casa de Abril ya voy para allá...mientras ¿mikey como esta?

Se le hizo un nudo en la garganta y paso saliva. Se escondió cerca un bote de basura y susurro.

-está bien Leo.

Su mentira lo condujo a la desesperación, después de unos segundos colgó a su hermano mayor y en la penumbra se derrumbó, estaba aterrado, pero no le quedó otra que esperarlo y soportar su seguro regaño.

-oye Leo a ¿Dónde vas?

-iré a... caminar la comida.

-te acompaño.

-NO no no no, yo no tardo, enserio...no me demoro, quédate aquí Rafie.

-¿seguro?

-aaaaah, si claro no me demoro...espérame si quieres en el apartamento.

-bien pero llega rápido, quiero jugar contigo Leito.

-si, no tardo adiós Rafie, cuídate abril.

-hasta luego Leo y gracias por venir.

-gracias a ti por invitarnos, luego nos vemos.

Le dio un beso en la mejilla a Rafa y como no quería que Abril sospechara nada también le dio uno a ella para emparejar. Salió por la ventana y saltando entre los techos se acercó a Chinatown rápidamente. Bajo por las escaleras contra-incendios y lo llamo.

-Donnie... Mikey ¿están ahí?

Nadie le respondió, pero hizo un momento silencio y lo escucho llorar suavemente, se sentó frente a Donatello, que sin soportar más se estreso. Leo lo abrazo y le beso su cabecita, lo tomo de las manos y se las acaricio, con su aura tranquila y serena ahuyentó sus miedos y logro que lo viera a los ojos.

-sé que es duro, pero hallaremos la forma, no te preocupes, no fue tu culpa. Sé cómo te sientes, asustado, mal porque fue a él, al más indefenso, y probablemente preguntándote por que no fue a ti... pero yo te apoyo Donnie, y juntos lo tendremos a salvo en poco tiempo.

Se asombró, porque aunque no le dijo nada de lo que habia pasado Leonardo ya sabía cómo se sentía y probablemente porqué pasó, su entrenamiento aunque poco pero constante rinde frutos en el alma y corazón de aquel adolescente. Aun así, quería asegurar su ayuda pero nublado por el resentimiento y la soledad extendió sus brazos y se dio calor con el cuerpo de su hermano mayor hasta poder sacar su tristeza.

-¡¡¡Pero Leo, sin el que voy a hacer, Papa me dirá que perdí todo mi honor¡¡¡

-...

-¡¡¡Todo mi respeto hacia la familia¡¡¡

-...

-¡¡¡y seguramente me odiara por el resto de su vida, él, Mikey y Rafa me tacharan de desobediente y mal hijo, Leo lo necesito cerca y bien, pobrecito mi hermanito *llora* debe estar sufriendo ahora¡¡¡

-Donnie, no fue tu culpa...

-Pero, si fue mi culpa, yo lo traje a esa misión sin ser precavido de las consecuencias y mira, ahora sin él me quedare solo y sensei no lo soportara y me expulsara de la guarida, de eso estoy seguro Leo, por favor perdóname, yo no quería nada de esto.