Ojos Verdes (1)

OJOS VERDES 46

Estaba en problemas, su viejo amigo lo sostenia con fuerza del cuello, hartándose que su mala decisión de no abandonar su equipo e irse con el, se aburrio y lo fue a buscar, después de tanto tiempo solo quería venganza y esa sed que no lo dejaba por la tristeza y el rencor que lo llevo a hacer esto.

Ahogado casi muriéndose sin aire Rafael quedo tirado en el piso, las manos gigantes de slash lo habían dejado herido y con secuelas gigantes del dolor en su corazón por parte de su novio.

Fue corriendo y sacando sus katanas de su estuche lo golpeo tan fuerte como pudo, lo logro tirar al suelo pero aparentando aver perdido, tomo ventaja y agarro a leo por los pies, el líder no se quedaría cruzado de brazos, el trataría de proteger a lo que mas amaba, Rafael.

Terminando el largo combate, lleno de morados, rasguños y agitado por luchar sin ganar nada bueno Leo fue vencido por un golpe fuerte en su pecho. El mutante de ojos verdes y su copañero sentimentalestaban tumbados en el piso ambos de gravedad.

Sensei comenzaba a extrañarse, ya era una hora y sus hijos no aparecían por ningún lado. Sus hermanos menores aterrados, Mikey decidió revisar afuera y cuando vio a sus dos familiares tirados en el suelo y heridos casi se desmaya...

-sensei, aaaa... sensei... SENSEEEEEEEEEEIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Salió corriendo al regazo de su padre.

-*llorando* es Leo, y Rafa, están heridos allá en el piso... porfavor padre ayúdelos.

-que pero, que fue lo que paso.

-no lo se vengan rápido por favor, muévanse.

Los tres se fueron a las vías del tren y por un pasadizo oscuro se escuchó una risa gruesa venida de alguien no muy amigable...

-me alegra tanto volverlos a ver amigos mios.

-¿¿¿¡slash¡???

-qué pero, como es que regresaste...

-no es bueno momento para venir aquí a pelear, porfavor retírate...

-es que no vengo a pelear, vengo a pagar ciertas deudas...

-¡¡¡ALEJATE DE MIS HIJOS¡¡¡

-vengan hermanitos, vámonos de aquí...

Donnie tomo a rafa en brazos y mikey a leo, con mucho esfuerzo lograron meterlo a cada uno a sus cuartos respectivos atenderlos con banditas y medicamentos y esperando que despertaran.

El maestro Splinter con mucha rabia que lo consumia por dentro ataco a slash hasta dejarlo molido en el piso, con esa pose que toma con un pie adelante y juntando casi por completo ambos índices logro que slash se estrellara contra los muros del subterraneo, salio con la frente en alto un poco agitado y salio corriendo a ver a sus hijos mayores.

-¡¿cómo están ellos?¡

-mal sensei, no reacciona ninguno de los dos pero respiran bien, se debieron lesionar el cuello, vamos a dejarlos descanzar un poco, si usted lo permite...

-hmn...

Viéndolos como terriblemente tenían su cuerpo, decidio dejarlos, esa noche, nadie dormiría tranquilo.