OJOS VERDES 37

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Lo tomo y lo leyó con un silencio que inundaba el lugar, le dio felicidad, era definitivamente una buena noticia.

Salio corriendo a la sala, se encontró con los chicos y los abrazo de golpe.

-miiiiren hermanos..

-¡que es eso?

-lo encontré cerca a la puerta del maestro. Leeló...

Leonardo lo tomó en su mano y se sorprendio, solo habían tres palabras, con una letra hermosa, curiosamente escrito en japonés.

-No Mas Castigo.

-osea que...

-si, ya podemos salir de este encierro.

Mikey se acercó a ellos y abrazo a Donnie...

-¿Qué paso chicos?

-Mikey, sensei ya nos retiró el castigo...

-¿En... en serio?

-AJA—contestaron los tres contentos...

-Perfeeecto hermanos, salgamos un rato.

-claro vamos, pero ¿quién le avisa a Splinter?

-paso.

-Yo nop.

-ahh ah.

-bien, lo haré yo.

Paso entre nuestros amigos verdes, y con sigilo y temeroso entro al dojo.

-Maestro Splinter... voy a salir un rato con mi hermano... no nos demoramos y Gracias por retirarnos el castigo...¿se le ofrece algo?

-.........

-Emm... ¿sensei?

-...

-Bueno, tomare eso como un no. Que tenga linda tarde.

Donnie salió y abrazando a Leo se fueron de la guarida, Mikey abrazo a Rafa y los cuatro con pasos rápidos subieron a la superficie.

Brincaban entre los techos, y llegaron a un edificio de China Town, a contemplar un bello atardecer todos juntos.

-esto es hermoso Rafa.

-si, hace mucho no salíamos tan temprano.

-no recuerdo la última vez que vimos algo como esto.

-yo si Leo, fue en televisión.

-jejem... tienes razón.

-bueno, sentémonos.

Los chicos se unieron para lograr pasarlo juntos, se reían, contaban historias y disfrutaban el momento, veían el atardecer, medio atontados por semejante belleza, y jugaban entre sí.

Donnie rodeo a Leo y se acomodaron cual pareja romántica en poses muy comprometedoras, Miguel Ángel notó que Rafa se sentía incómodo e hizo lo mismo, Donatello junto su cabeza con la de Leo y tomados de las manos cerraron los ojos.

El de bandana roja hervía de los celos, pero fue calmado a lo que su hermano menor se acomodó sobre sus piernas y lo beso en la mejilla, Mikey estaba particularmente cariñoso con ojos verdes y el amo de las katanas con el alto del equipo.

Hubo un silencio total por varios minutos, observaban con detalle el inmenso sol que reposaba al borde de la bahía, los barcos y las aves era solo una melodía armoniosa y la compañía de todos hacían sentir ese calor que por mucho tiempo se perdió.

Lastimosamente para los cuatro el tiempo se fue volando, se hizo de noche muy pronto y sabían que tenían que regresar con urgencia para que no fuera a pasar nada malo, se levantaron, y corrieron de nuevo a su hogar.

Ojos Verdes (1)Where stories live. Discover now