Capitulo 14

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Violeta

Me subí con mucho esfuerzo el cierre que tenía el vestido con el cual iría a la cita que tengo con Vladimir en aquel restaurante.

Es un vestido largo color negro con una abertura en la pierna haciendo que uno de mis muslos se viera, tiene tirantes que se cruzan en la espalda, el escote es en forma de corazón haciendo ver mis pechos más grandes y es ajustado en cada parte de mi cuerpo para hacer que Vladimir ponga sus ojos solo sobre mi.

Es lo que me había dicho Diana que usara para esta cita, así lo mantendría con la mirada solo puesta en mi.

El cabello lo llevaba recogido en un moño alto con algunos mechones sueltos haciéndolo ver elegante pero a la vez con juventud.

No llevaba nada de maquillaje solo el labial rojo que siempre ponía sobre mis labios para hacerlos ver mejor y que Vladimir deseara besarlos.

Aún sabiendo que eso no pasaría muy pronto.

Baje al primer piso donde mis hombres me esperaban, solo llevaría a tres incluyendo a Steven quien había llegado está mañana.

Ya que por las condiciones del clima él no había podido volver de Italia. Pero con él me trajo buenas noticias como que mi cargamento de hachis había llegado sano, salvo y completo. Ahora se estaba repartiendo a los alemanes quienes me lo habían encargado hace unos días.

Esta vez no habría nada de balas, a menos de que fuera Vladimir el primero en soltar una sola porque mis hombres aunque fueran pocos terminarían con sus vidas antes de que pudieran siquiera respirar.

Me subí en el Ferrari negro que me esperaba al pie de las escaleras, mis hombres venían detrás de mi en la camioneta negra.

Comencé mi camino hacia aquel restaurante que sería testigo de como hago enloquecer a Vladimir con solo mi presencia.

Joder cuánto disfrutaría romperle el corazón.

Esa sería mi maldita y más jugosa venganza contra Vladimir por quererme quitar lo que yo quiero.

Detuve el coche al llegar a la parte del valet parking donde entregué las llaves de mi coche a uno de los trabajadores.

Detrás de mi se pusieron mis hombres, me quedé por algunos segundos de pie enfrente de la puerta del restaurante.

Y no porque me estuviera acobardando de empezar con mi plan y mandarlo todo por la borda sino para visualizar como aquel hombre quedaría de destrozado y yo aprovecharía eso para poder adueñarme de su territorio. Él estaría tan devastado al punto en que será demasiado fácil arrebatarle su territorio.

Que esto empiece.

Comence a caminar por el pasillo principal por dónde recibían a todos los comenzales, al llegar con el anfitrión me pidio que lo siguiera hasta que nos detuvimos en una de las mesas donde se encontraba Vladimir.

Aquel lugar se encontraba desierto, quizás porque Vladimir solo lo había reservado para nosotros dos.

Al llegar enfrente de su mesa él se puso de pie besando los nudillos de mi mano y con la otra hice un movimiento para que mis hombres salieran y me dejaran a solas con él.

-Un placer volver a verte- recorrió mi silla para que pudiera sentarme.

-El sentimientos es mutuo- mentí.

Porque era un desagradable placer tener que volver a verlo, lo único que quisiera es terminar con todo esto para nunca más volver a verlo en toda mi vida.

Él se sentó en la silla que estaba enfrente de mi haciendo que tuviéramos contacto visual.

-He pensado en tu propuesta- comencé a decir mientras un camarero me tendía la carta donde venía el menú del lugar- no quiero tener problemas contigo- negué- quiero compartir Londres contigo.

Dominio oscuro: La pasión encadenada (BORRADOR)Where stories live. Discover now