Capitulo 21

977 52 3
                                    

Violeta
Cuatro semanas después.

La luz de la ventana daba por completo en mi rostro haciendo que se me dificultara el poder abrir bien los ojos, podía sentir como un brazo rodeaba mi cintura acercandome a un abdomen bien marcado.

Me gire para poder encontrarme con sus ojos amarillentos sobre mi con una sonrisa pícara ladeada que lo hacía ver mil veces más atractivo que cuando llevaba el rostro serio.

Desde aquel día él me había pedido dormir en su cama, como si fuéramos una pareja cuando no llevábamos ninguna etiqueta.

¿Pero a quien le importaba algo como eso? Eso solo quería decir que tanto como para él y para mí esto no era nada especial, que solo estábamos cerca el uno del otro por el gran sexo que teníamos y los orgasmos que nos dábamos.

Bien podía todo irse un dia a la mierda como todo lo que un día empieza.

–Buenos días mi emperatriz– su mano rozo mi mejilla provocando que mi piel se herizara ante su tacto.

–Buenos días Vlad– deje un corto beso sobre su mejilla.

Porque por mucho que me gustase el besarlo no quería acostumbrarme a sus labios ya que tarde o temprano lo que sea que tuviéramos se iría a la mierda. Ya fuera porque yo lo quisiera o porque él se enterará del porque estaba junto a él.

Y si, aunque sintiera algo por Vladimir nunca sería mi prioridad, siempre estaría primero los negocios antes que cualquier cosa.

–Te tengo una sorpresa para esta tarde– susurro a pesar de que nos encontrábamos solos.

–¿Tengo que arreglarme?– frunci el entrecejo.

–Te tienes que ver más hermosa de lo que ya eres– su mano sobre mi mejilla hizo caricias que me mandaron muchas cosas a una parte de mi cuerpo, a mi corazón.

Y eso solo hizo que quisiera huir de todo aquello para dejar de sentir todo eso, para reemplantarme el porque estaba junto a Vladimir.

Porque quizás eso que empezaba a sentir por Vladimir era amor, y eso yo no lo podía sentir.

No otra vez, no volvería a dejar que un hombre me rompiera el corazón cuando se le diera la maldita gana solo porque quería tener una manera de divertirse.

No volvería a sufrir por un hombre, porque ellos no se lo merecían.

–¿A qué hora debo de estar preparada?

–Antes de las ocho– sus labios rozaban los míos, mi cuerpo reaccionó ante el roce de sus labios queriendo aplastar los suyos sobre los míos– muchas personas vendrán a la mansión.

–¿Será como una fiesta?– asintió.

–Solo que todos tendrán una gran noticia al igual que tú.

Sus dedos se aferraron a mi cintura acercando mi cuerpo hasta el suyo, pegando su abdomen contra el mío sintiendo como un remolino de emociones me invadían con solo sentir su piel sobre la mia.

Y eso estaba mal, estaba mal el sentir todo eso que Vladimir me provocaba.

Porque no quería sentir aquello, pero a la vez una gran adrenalina me invadía al sentir aquello que me asustaba y me gustaba al mismo tiempo.

Cuando sus labios estuvieron a punto de colisionar contra los míos hice la misma acción que siempre hacia para evitarlos. Volteé mi rostro haciendo que sus labios fueran a mi mejilla.

–Tenemos que levantarnos– murmuré– un cargamento me llega en unas horas y quiero estar atenta a cualquier información que Steven me brinde.

Soltó un gruñido antes de que de un rápido movimiento dejara un corto beso sobre mis labios. Aquel hombre me había robado un beso.

Dominio oscuro: La pasión encadenada (BORRADOR)Where stories live. Discover now