Capitulo 15

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Vladimir

Aún puedo sentir como mis manos pasan por su cuerpo mientras ella gime por las emboscadas que estaba dando, a su ritmo y haciendo que se volvieran muy placenteras.

Joder, pero todavía no había podido tocar sus labios que me moría por probar.

Algo dentro de mi tenía la gran necesidad de tocarlos y devorarlos hasta saciarme de ellos.

Pero quizás hoy consiga besarla. La llevaré a un lugar muy especial para mí y que casi nadie había visto más que yo y mis hombres que cuidan de mi seguridad.

No se lo que me pasa con Violeta pero tengo la necesidad de tener que llevarla y que vea la hermosura de aquel lugar, porque en tan solo pensar en aquel lugar me recuerda tanto a ella.

Termine de acomodarme el abrigo que llevaría puesto, ya que aquel lugar siempre era frío.

En tan solo unas horas la llevaría a un lugar donde nadie nos conocería porque en ese lugar nadie va a menos de que yo lo pida.

Sería a la primera mujer que llevaría y creo que sería la única, porque ni siquiera estando tantos años junto a Diana me atreví a llevarla.

Porque con ella no siento lo que me provoca Violeta, con tan solo verla estoy completo y una sensación dentro de mi me dice que no necesito nada más porque lo encontré todo.

Me introduje en mi coche para ir por Violeta a su mansión, mis hombres me seguían por detrás en unos coches negros con las ventanas polarizadas.

Al irme acercando a su mansión no hice más que pensar en su rostro, en sus ojos azules como el cielo y que ayer los había visto oscurecerse cuando estábamos en el restaurante, su cabello rubio que parecía castaño sobre sus hombros y esos labios.

Joder, sus labios que tanto anhelo tocar algún día y espero que ese día sea hoy.

Violeta se volvió en mi obsesión.

Una muy difícil de obtener.

Detuve el coche al estar enfrente de su mansión, toque el claxon y a los pocos minutos Violeta salió con un abrigo blanco, su cabello lo traía recogido en una coleta alta, en su rostro no llevaba nada más que sus labios rojos que me urge por besar.

Se subió en la parte del copiloto, quise besar sus labios más sin encambio ella se volteo y solo pude besar su mejilla.

Un acto que siempre hacia cuando notaba mis intenciones de tocar sus carnosos labios.

–¿A dónde me llevarás?– ladeó la cabeza mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

–Nadie sabe de este lugar, ¿no llevarás seguridad?– frunci el entrecejo.

–Tengo un ratreador así que si me sucede algo ya saben dónde encontrarme– sonrió de lado.

Esta mujer está preparada para todo, eso me queda más que claro. Además de que estoy segura que si sucede algo ella podría contra quién se le pusiera enfrente.

Eso me lo ha demostrado en las veces que nos hemos enfrentado.

Me encanta verla con el ceño fruncido mientras jala del gatillo matando a cualquiera que se muestre una amenaza para ella.

–Haremos una hora en helicóptero– volví a poner el coche en marcha al helipuerto.

–¿Ese lugar no está aquí en Londres?– su mirada se poso sobre mi.

–No– negué con una sonrisa– pero no te preocupes– volte unos segundos para poder ver esos ojos azules que me miraban con curiosidad– te encantará aquel lugar– volví mi vista a la carretera que se habría paso a nosotros.

Dominio oscuro: La pasión encadenada (BORRADOR)Where stories live. Discover now