C2: Peculiar.

240K 23.5K 40K
                                    

Mi madre murió cuando cumplí once

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mi madre murió cuando cumplí once.

Ese es uno de los principales motivos por los cuales estoy aquí en este momento, porque a pesar de que fui criada por personas que consideraba parte de mi familia el recuerdo de Anne Murphy persistía y aún persiste en la ciudad de Betland.

No es como si me hubiera marchado porque no quería recordarla, sino porque estaba rodeada de gente que aún ahora, luego de tantos años, me sigue mirando con lástima y compasión por haberla perdido. 
Me gusta recordar a mi mamá, adoro hacerlo a pesar de que a veces duele, pero no así; no con ojos afligidos que te persiguen mientras caminas por la calle y son un constante recordatorio de la pérdida y no de la alegría que esa mujer trajo a mi vida.

Siete años siendo observada de la misma manera fueron suficiente. Por ese y por motivos que aún no soy capaz de decir sin un nudo obstruyendo mi garganta decidí mudarme.

Kansas, la mujer que antes solía ser mi niñera, me regaló su jeep cuando cumplí diecisiete. Al principio lo rechacé porque los automóviles son grandes emisores de gases contaminantes que destruyen el planeta, son en parte responsables por el cambio climático, son nocivos para la salud humana y tienen una innumerable cantidad de consecuencias a nivel ambiental. Para darles una idea del porqué lo rechacé les puedo comentar que soy estudiante de Ecología.

Al final tuve que aceptarlo porque no podía cargar con más de siete cajas de mudanza y mi mascota en mi vieja bicicleta.

La realidad es que no era mi opción terminar en Owercity, yo quería irme un poco más lejos pero los sucesos que se dieron me lo impidieron. Bill Shepard, padre de Kansas y el hombre que me adoptó una vez que mi madre murió, consiguió un trabajo como suplente del entrenador de los Sharps de la OCU, universidad a la que asistiré a partir del lunes. Él me matriculó aquí y prácticamente me rogó que considerara venir dado que, según su hija, está experimentando el síndrome del nido vacío y se rehusa a dejarme ir como tuvo que hacerlo a regañadientes con Kansas.
Bill tiene esposa pero, como regalo de cumpleaños, le pagó un viaje por alrededor de Australia que dura aproximadamente un mes y medio. No sé si fue con la intención de deshacerse de la mujer por un rato o si lo hizo de corazón, pero el hecho es que Anneley, la esposa, está correteando canguros o intentando capturar a Nemo en este instante.

Volviendo al presente se puede decir que me siento un poco incómoda en este momento. Blake sigue inconsciente en el sofá y yo mantengo mi espalda erguida mientras me siento frente a él y lo observo un tanto nerviosa. El silencio pesa a mi alrededor y no puedo creer que Akira me haya dejado a solas en la sala de la que creo que es su casa con la excusa de que tenía que irse a cambiar. Ella subió las escaleras hace veinte minutos y tengo la teoría de que es muy indecisa para elegir su atuendo, su cuarto es un desastre y no encuentra nada, o simplemente se metió en su ropero para intentar encontrar la puerta a Narnia.

Miro a mi alrededor y escudriño el espacio para no pensar que dejé el jeep en medio de la calle y que Gloria sigue sola ahí dentro.

Por fuera es una casa de dos pisos que parece contar con un ático triangular en la cima, lucía moderna y se puede decir que por dentro también lo es; pisos de caoba, sillones acolchados de color beige y almohadones de diferentes tonos rojizos. Televisor y equipo de música que luce bastante caro, cortinas a juego con los sofás y, lo que para mí llama más la atención, la pared central.

Extra pointWhere stories live. Discover now