Segundo libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador).
Enigmático, mínimamente insolente, juicioso, perspicaz, incorregiblemente malhumorado e increíblemente apuesto. Una pesadilla en el campo y una estre...
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Alguien he regresado, y alguien debe marchar. 2713
Muestro el mensaje a Larson y sonrío apenada en cuanto sus ojos cafés se deslizan de la pantalla hasta mi rostro. En ellos se vislumbra un desconcierto y un recelo latente.
—Me ha llegado por la mañana—informo—, le escupí el café que estaba tomando a Mei Ling en cuanto lo vi. —Río al recordarlo, dejando de lado la preocupación. No voy a dejar que los mensajes me afecten, nadie va a opacar mi felicidad y mucho menos arruinar mi nuevo comienzo en Owercity—. Ya no sé quién es más peligroso: el que envía los mensajes o Mei.
Su cara de Procyon lotor rabioso me asustó bastante.
—Segunda opción, definitivamente —asegura mientras me acompaña por el sendero que lleva a la facultad de Ciencias Ambientales—. Hablando en serio, Zoe, ¿no quieres que hable con Wendell sobre esto? —Niego con la cabeza horrorizada y él se muerde el labio para no reír ante mi expresión. Que me siga la corriente con algo de humor ayuda a que la inquietud por los mensajes se disipe—. ¿Y si vamos con el Sheriff?
—Bueno, no es Wendell... —considero.
—No, es su padre.
—¿Debería confiar en el progenitor de ese ser humano? —cuestiono—. Porque de momento la única buena referencia que tengo de ese lado de la familia es Kassian, quien es mitad Hensley y ni siquiera tiene edad suficiente para ver televisión después de las diez. —Me compadezco por Kassian en cierto aspecto. Yo siempre podía ver películas después de las diez, y eso era dado que, a pesar de que Anne Murphy siempre le quitaba las pilas al control remoto antes de irse a dormir, Kansas usualmente me daba algunas para esconder bajo la almohada.
Buena influencia, sin duda.
—El Sheriff es un hombre muy respetado, ha empezado desde abajo y hoy en día es uno de los más queridos en la ciudad —relata—. ¿Su hijo? No tanto. —El disgusto se filtra a través de su voz al hablar de Wendell, y me percato que desde que me ha contado la verdad en la fiesta ya no se esfuerza por ocultar su desconfianza y desagrado por él—. Además, nos vendría bien la ayuda para descifrar los mensajes. Siendo sincero no le encuentro sentido a ninguno de los tres que te han enviado hasta ahora, y mucho menos a los núm...
—¡Larson!
Kendra atraviesa el césped trotando con su delantal de la cafetería puesto y su cabello castaño alborotándose con la brisa veraniega. Su pecho sube y baja con rapidez en cuento se detiene frente a nosotros, y mi corazón se contrae dentro de mi pecho al notar la expresión alarmada que cae sobre su rostro. Una mezcla de sentimientos se vislumbran en sus ojos, desde la inquietud hasta la confusión, y toma una bocana de aire llenándose de coraje.
