Cachorrito Perdido - ABDL

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Pov Elliot

El decir que en toda la noche logre dormir como un bebé y sin pesadillas seria la mentira mas grande de todo el año

Lo cierto es que no pude cerrar ni un solo ojo en ningún momento, la incertidumbre, la confusión y principalmente el terror eran las principales causas que hicieron que mi noche fuera un calvario con mi propia mente

Tal vez todo suene loco y lo mas probable es que nadie me crea sobre lo sucedido anoche pero de lo que estoy seguro es que esos lobos no eran normales...o al menos no del todo, quiero decir, es obvio que no son animales del todo tontos, pero tampoco creía que eran capaces de mirar tan profundamente a alguien ni mucho menos que eran capaces de dejar ir a sus presas tan fácilmente

¡Esos animales ni siquiera me corretearon o me siguieron!, díganme lo que quieran, pero así no actuaria un lobo normal

Había llegado al apartamento a las seis de la tarde, todo pálido y sudoroso por la tremenda carrera que hice en el bosque y lo único que supe hacer fue tirarme en el sofá para siquiera pasar aquel tremendo susto

Casandra había llegado como cuarenta minutos después, para ese momento estaba encerrado en mi habitación tratando de que con la música pudiera distraerme un poco, no tenia tarea por hacer y lo único que hice fue bajar a la sala a comer la pizza que Cassie había comprado como cena

 El hablar con mi hermana puede que me haya ayudado un poco a disipar lo ocurrido, pero no lo suficiente para hacerme olvidar por completo de aquello 

-¿Sabias que tendremos vecinos nuevos? - La curiosidad se apodero de mi cuando Casandra me comento sobre eso

Le di un sorbo a mi lata de coca cola antes de mirar a mi hermana con una ceja alzada

-¿Vecinos?- Ella asintió mientras le daba un mordisco a su pizza de pollo- no creía que el señor Stewart encontrara clientes tan fácilmente

podría decirse que mi hermana y yo vivimos en un conjunto residencial, llevamos hospedándonos aquí durante casi tres años, nuestros padres nos mandan dinero cada semana y llaman casi todos los días para saber que seguimos existiendo en este planeta

En fin - creo que me salí un poco del tema- El señor Stewart es el dueño de la mayoría de estos apartamentos. y desde hace una semanas esta arrendando justamente la residencia que esta frente a la nuestra. Antes ahí vivian el señor y la señora Harrison, un matrimonio algo joven que se tuvo que mudar por cuestiones personales, algo que nunca admitiría que me entristeció, El señor Oscar y la señora Elena siempre me cayeron bien, siempre fueron amables y simpáticos conmigo y con mi hermana, incluso en mas de una ocasión llegamos a disfrutar de aquellos deliciosos postres que la señora Harrison hacia, nunca pudieron tener hijos por lo que solo se tenían a ellos y a su gata, White

Supongo que es una pena que ellos se hayan ido. Pero aun así me sorprende que alguien ya haya querido ocupar aquella pequeña casa tan rápido, generalmente se tardaban como mínimo un mes para arrendarla

¿Cómo te enteraste que habrían nuevos vecinos? - cuestione mientras la miraba, Casandra trago el pedazo de pizza que tenia en la boca antes de responderme

-La señora Rosa dijo que ayer llego el camión de la mudanza a entregar varios muebles , según ella los nuevos residentes llegaran mañana por la mañana por que al parecer primero decidieron traer sus cosas aquí antes que llegar ellos

-¿En serio piensas creerle todo a esa vieja Casandra? - pregunte con algo de burla en mi voz- maldición hermana, deberías de juntarte menos con las chismosas de aquí, cuidado y se te pegan esas mañas 

Solté una carcajada limpia cuando ella me lanzo la servilleta con la cual se estaba limpiando, pero esta vez hablaba en serio, la señora Rosa junto a la señora Alma eran unas chismosas de primera, antes de que ocurran las cosas ellas ya la saben, les juro que si quisiera comprar una cámara de seguridad, primero traería a esas dos señoras a que vigilen el apartamento todo el día y verán que funcionan mejor que aquella maquina

-No les digas chismosas a esas pobres viejitas Elliot, ellas  son un amor - Casandra las defendió mientras me miraba mal, yo en cambio me obstine a rodar los ojos

-Si claro son un amor cuando se trata de contar chisme 

así paso la cena con uno que otro comentario y risas. Son estos momentos que amo pasar con mi hermana, tal vez muchas veces digo que la odio pero en realidad, no sabría que hacer si algún día ella no esta conmigo

Por favor, no le digan que le dije eso

Aleksander llego por nosotros en la mañana siguiente con la sonrisa mas "Inocente" que podía tener, Xander se bajo de su auto para abrazarme y pedirme mil disculpas por dejarme solo, incluso me dio uno de mis chocolate favoritos para que lo perdonara

Tal vez se me haya sido gracioso y dulce su gesto, aunque claro, eso no quitaría el hecho de que ayer probablemente hubiera sido festín de lobos

Por supuesto que no le dije eso, conocía lo suficientemente a ese castaño para saber que la curiosidad y estupidez lo aventarían a ir a ese bosque, y yo tampoco es que me arriesgaría a perder a mi mejor amigo 

Mientras platicábamos un momento esperando a Casandra mi mirada viajo sutilmente a la casa que estaba frente a mi, las luces estaban prendidas y podría jurar que por un momento sentí una extraña sensación en mi pecho cuando vio dos sombras por la ventana

-¿Elliot? - Me sobresalte un poco para volver a fijar mi vista en el rostro de Aleksander, que me miraba como si tuviera unas tres cabezas

-¿Eh?

-Hermano, pareciera que te me fuiste por un momento ¿En que viaje astral estuviste? - Xander me golpeo juguetonamente mi hombro, yo solo pude responder con una leve sonrisa, ni siquiera yo sabia por que me había sentido de esa manera 

-Solo pensaba que tal vez podríamos tomar tus fotos en otro lugar - mentí mientras me encogia de hombros

Xander me miro de manera confusa, como si estuviera evaluando mi respuesta

 -¿Por que?

Pues veras ayer me termine enterando que en ese jodido bosque existen animales salvajes, específicamente lobos que te quitarían la vida en menos de cinco minutos, ¡oh!, casi lo olvido, por supuesto, ayer cuando me quede esperándote casi me convertí en la merienda de dos lobos completamente raros

-Encontré un lugar en un parque cerca en donde las fotos salen increíbles - Respondí de manera sencilla, Aleksander analizo mis palabras y se encogió de hombros

-Bueno, si tu lo dices, esta bien, tu eres el experto - contesto con un deje de diversión que cualquiera notaria en su voz 

reí levemente para que no notara mi incomodidad 

Ni borracho volvería a entrar en aquel bosque con lobos extraños 

Fue lo único que pensé antes de entrar en el auto de mi mejor amigo