Cachorrito Perdido - ABDL

36

La calma siempre viene antes de la tormenta

Eso lo tuvieron muy en claro Bastián e Ian al día siguiente cuando su bebé se despertó

El reloj marcaba cerca de las 7 de la mañana y a esa hora era que se podían escuchar los grandes chillidos, gritos y sollozos de aquel cachorrito 

Incluso muchos empleados  de la mansión y guardias se habían acercado de manera indirecta para saber lo que sucedía dentro de la habitación de sus lideres

El olor agrio que Elio desprendía no hacia mas que volver locos a sus padres, quienes hacían hasta lo imposible para calmarlo, pero en realidad, nada parecía funcionar

-¡Quiero a Cas! ¡Quiero estar con mi hermana! - Elio lloro mientras pataleaba, intentando zafarse de los fuertes brazos de Bastián

-Basta cachorro, las cosas no se resuelven así- el alfa se mantuvo firme, esquivando los inútiles golpes de su pequeño, aun así, una pequeña patada logro llegar a su pierna. No le dolió, eso era algo obvio, la fuerza de Elio comparada con la de el era casi nula, aun así, eso no significaba que se lo iba a dejar pasar 

 Bastián suspiro fuertemente y conto hasta tres mentalmente escuchando de fondo los gritos de su niño

Sin poder evitarlo, Bastián dejo caer una palmada en su muslo derecho, por supuesto que no fue fuerte ni mucho menos le dejo alguna marca o algo por el estilo, pero eso logro que Elio se quedara callado por un momento antes de volver a comenzar a llorar con mas fuerza

- Basta Briar, a papá ni a mamá se le pega - el alfa le dio una mirada de advertencia que solo hizo sollozar mas al menor- hay limites hijo, y eso hay que respetarlo

Ian encontró esa oportunidad para tomar nuevamente en brazos a su lloroso cachorro, ahora que ya no lloraba con tanta fuerza, pudo estabilizarlo en sus brazos sin llegar a temer de que se hiciera daño 

-Hablemos cariño - Ian murmuro en su oído mientras lo rebotaba y paseaba por la habitación - ¿por que no nos calmamos amor? ¿umh? ¿no crees que seria mejor?

Elio negó aun derramando lagrimas, con sus brazos hizo el débil intento de separarse del omega, pero al igual que Bastián, Ian lo sujetaba con la fuerza suficiente para no poder escapar de sus brazos

-¡Nooo...nooo! - Elio tosió con fuerza debido a su llanto incontrolable , ¿Por qué no eran capaz de entender que el no quería estar ahí? ¡el no debía de estar con ellos!  

Como si le hubieran leído la mente, los mayores suspiraron por enésima vez en toda la mañana, realmente no sabían cuantas veces lo habían hecho, pero sinceramente eso no les importaba, en ese instante solo querían calmar a su pequeño lobito que ya casi se ponía pálido al no poder respirar como era debido debido a su llanto

-Eli, mi amor, vamos a calmarnos - Bastián se acerco hasta quedar al lado de su esposo y cachorro- vamos mi cielo, respira con papi 

Elio no le quedo de otra que exhalar e inhalar como Bastián lo hacia, sentía como poco a poco el aire se iba de sus pulmones debido a que su llanto lo obstruía, eso, por supuesto, alerto a ambos mayores que no titubearon a realizar algo al respecto

-Eso es...-Ian murmuro arrullándolo, peinando uno de sus tantos rulitos y dando uno que otro beso en sus mojadas mejillas- que niño tan bueno ¿cierto?, un niño muy bueno para sus papis

-Umhgg...- Elio gimió aun sintiendo espasmos en su pecho por su anterior llanto, y es que, aun con sus ojitos hinchados y la poca fuerza que le quedaba, siguió luchando aun cuando sabia que ya no podía