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Pov narrador.

La primera palabra de un bebé para un padre o una madre es un momento especial, es donde luego de sus primeros pasos, marcan un antes y un después que les recordaba el crecimiento de sus pequeñitos.

Aunque con Elio fue algo más especial, dado que su lado humano había dicho sus primeras palabras con personas....no dignas de nombrar, Bastián e Ian mantenían la esperanza de escuchar sus primeras palabras por parte de su lado pequeño, a pesar de que Elio tenga problemas dentro de su desarrollo, ambos padres podían sentirse orgullosos de los pocos avances que su niño tenía.

Ahora, al parecer todo eso se fue...bueno, a la mierda.

-En serio, de todas las palabras bonitas que existen, ¿Tenías que decir mierda, hijo?-Ian se lamento, pareciendo que lloraría en cualquier momento.

Elio en cambio pensó que la situación era  divertida, pareciendo un gusanito mientras que mamá le cambiaba el pañal.

Le parecían chistosas las caras que hacía mami.

-¿Qué tan difícil es decir mami, Eli?-el Omega siguió con su dramatismo- ¡Hasta papá te lo aceptaba!, ¿Pero mierda?, No sé quién me mandó a dejarte tanto tiempo con Félix.

Ian habló para si mismo arrepentido y lloriqueando falsamente tal como lo llevaba haciendo la última media hora, organizando y cambiando a su hijo para partir a su viaje hacia Italia.

—¿Ya está todo listo?—Bastián se recostó en la puerta de la habitación, y tomando consigo la atención de su esposo y su bebé.

llevaba dos horas encerrado en su oficina, dejando todos sus papeles listos y organizados para esta semana que estaría alejado de su manada. Ya había dejado todos sus encargos y sus planes por cualquier circunstancia en los siete días, además, había acordado terminar el tema de los Maxwell cuando regresarán. La salud de su bebito era mucho más importante.

—Ya pedí que dejarán nuestro equipaje en el avión, las otras maletas las llevamos en el auto y se guardaran cuando lleguemos.

Ian hizo un sonido con su garganta en modo de afirmación ante las palabras de su alfa, dejando un suave besito en la tierna pancita de su bebé que rio ante su acción, el omega le coloco con cuidado la suave camisa manga larga con un osito al costado, que combinaba perfectamente con sus pantaloncitos deportivos  marrones y tenis negros.

—¿Esta todo bien?—Bastián sonrió con algo de burla, el sabía perfectamente lo que pasaba, pero en serio era divertido ver a su esposo perder los estribos.

No es que le agradará del todo aquella primera palabra de su hijo, ¿Pero qué podía hacer?, realmente no iba a ponerse a lloriquear como cierta persona.

Aunque le dolía no haber sido su primera palabra, al igual que le dolía a su orgullo no haber derrotado a su esposo por si su palabra era papá.

Ahora se sabe que no había sido ninguna de las dos y que ninguno de los dos gano aquella apuesta.

Ian lo miro con su ceño fruncido, detectando el rastro de burla en la cara de su marido.

—Cierra el hocico —Ian gruñó, señalándolo con el dedo mientras recogía a su hijo y lo metía en el corral que estaba al lado de su cama— que esto es culpa de tu maldita fotocopia grosera.

Bastián se carcajeo ante sus palabras, Elio también se rió al ver a su papi hacerlo, mientras dentro de su corralito gateaba para acercarse a su montaña de peluches amontonados por él mismo en la esquina.

Muchos de sus juguetes estaban regados dentro del corral, peluches, pelotas de plástico, sonajeros, Barbies, y varios juguetes Fisher price tales como una tortuguita que cantaba y botaba pelotitas, un perrito que prendía luces, una llama que te enseñaba los números del uno al cinco y sorprendentemente, una cocinita con sus elementos de los cuales Ian se tomó el tiempo de separar cualquier pieza pequeña para evitar algún accidente.

Cachorrito Perdido - ABDLWhere stories live. Discover now