31. Es importante llevar un disfraz

113K 11.2K 25.2K
                                    


—¿Vendrás al baile? —La voz de Dani se entrecortó al otro lado de la línea

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Vendrás al baile? —La voz de Dani se entrecortó al otro lado de la línea.

—Estoy teniendo problemas de señal, Dania, pero sí, aunque no tengo disfraz y es algo tarde para conseguir uno.

—Ponte un vestido normal y buscamos alguna diadema con orejas de animal o lo que sea, el disfraz no importa.

«El objetivo de Halloween es llevar una máscara». Abrí mi clóset e inspeccioné todas y cada una de las aburridas prendas que guardaba dentro en busca de algo que pudiera usar.

Los chicos no se habían dirigido la palabra desde la reunión con Melina. Ahora se pasaban el día tirados en mi cama; al menos era más grande que la del convento y cabían todos cómodamente.

—Encontré uno blanco. ¿Tienes tú uno rojo?

—Ajá. —Me coloqué el teléfono entre la oreja y el hombro para acuclillarme a sacarlo—. Sí, aunque no entiendo qué podemos hacer con esto.

—Tengo cosas en casa, plumas blancas y cuernos.

—¿Vas a hacer una vaca? ¿Una gallina?

Escuché un estruendo, como si un objeto metálico hubiera caído al suelo muy cerca de ella; lo bastante para que el sonido retumbase en los parlantes. Planear el outfit un par de horas antes de la fiesta no era buena idea. Iba a salir fatal.

—Me tengo que ir. Ya lo tenemos, no te preocupes.

Cortó la llamada sin despedirse antes. Fue un poco abrupto, pero no me sorprendió: solía hacer eso cuando alguien de su familia la pillaba hablando por teléfono porque le daba vergüenza que la escucharan.

Abrí mi caja de maquillaje. En esos momentos, solo Leviatán estaba conmigo en la habitación. Si de normal los otros ya mantenían las distancias con él, desde la aparición de As estaba más aislado que nunca. Yo seguía sin tener demasiado contexto: Levi aún parecía empeñado en ocultar qué había ocurrido entre él y Asmodeo, pero aquella situación me parecía absurda. Y se notaba que no iba a ceder nadie.

La tensión era tan densa que se podría haber cortado con un cuchillo. Iban a acompañarme a la fiesta solo porque no querían quedarse solos los unos con los otros.

De cualquier forma, no era el momento de preocuparme por esas cosas. Lo de intentar vivir mi último año como una chica normal y mantener oculta mi doble vida mística e impura era complicado. Solo me quedaba embadurnarme de pintalabios y confiar en que no ocurriera nada malo.

Con el rabillo del ojo, capté unos destellos azules cerca de mi cama. Me había ido acostumbrando a ese tipo de rarezas, ya no me causaban impresión. Cubrí mi párpado con una sombra de ojos y me volteé a comprobar que Levi no estuviera liándola. Mi vista se detuvo sobre unas escamas negras que habían aparecido sobre su pómulo izquierdo.

Un templo encantador │YA EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now