Capítulo 9

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Aemond se dirigía a los aposentos de su padre para ver como estaba. Últimamente el rey estaba decayendo mucho más rápido y él se encargaba de su cuidados personalmente. Cuando encontró a la persona que envenenaba a su padre, lo mató sin piedad. Su muerte fue tan lentamente dolorosa, nadie lastimaba a su familia y vivía para contarlo. Como ya no confiaban en los cuidados de los sirvientes del palacio, decidieron que entre los tres cuidarian al rey. En las noches él se ofreció para ver a su padre, así su madre descansaba. Los tres tenían un horario, Haelena lo atendía en la mañana, su madre en la tarde y él en la noche.

—Buenas noches, padre.—saludó entrando al dormitorio de su majestad.

—Mi hijo, Aemond.—dijo entre jadeo extendiendo su mano. Él príncipe la tomó con rápidez—¿Cómo estás, hijo?

—Yo debería preguntar eso, padre.

—No importa como este yo.—Aemond iba a replicar, pero Viserys fue más rápido—Tengo que hablar contigo sobre algo importante, Aemond.

—Puede esperar, padre.—respondió acomodándole las almohadas de plumas para que estuviera más cómodo.

—No, no puede.

—¿Es así? Bueno, entonces ¿Qué es?

—Cuando muera, el caos se desatará en la corte. Me he enterado que el consejo se divide en tres en Rhaenrya, Aegon y...—tomó un poco de aire—Lucerys.—Aemond no pudo evitar levantar su ceja izquierda.

—¿Cuándo te mueras? Aún falta mucho para eso.—contradijo—¿Lucerys? ¿Qué tiene que ver mi sobrino en todo esto de la corona?

—Ya habrás escuchado los rumores, sino me equivoco ¿no?

—Así es, pero pensé que era solo eso, rumores.

—No lo es, hijo. Quieren a Lucerys en el trono, los del consejo que están de parte de él, están dispuesto a todo para colocar a Luke en el trono de hierro. Rhaenrya tenía que hablar con él, sin embargo no lo ha hecho, aún no tiene fuerza para darle semejante cargo.

—¿Mi hermana esta dispuesta a ceder su corona?

—Sí es por su hijo, si. Pero Aegon...

—No te preocupes por mi hermano a él no le interesa la corona. Desde que se caso lo único que le importa es su esposa e hija.

—Lo sé, pero tengo miedo por él. Tú tío Hobert no se quedará de brazos cruzados, algo trama y hará lo que sea para poner a tu hermano en el trono quiera o no. Tienen que vigilar cada paso que de la familia, especialmente Aegon. Temo por la vida de mi hijo y nietos.

—No permitiré que nada ocurra, padre. Toda la familia estará atenta y unida, nadie tocará un cabello de mi hermano y su descendencia.

—Se que no, hijo. Es por eso que tengo una propuesta para ti.

Aemond le empezó a temblar el corazón. No quería saber, pero tenía que. Y si era lo que más destetaba "matrimonio" para obtener aliados para su hermana  aunque no le gustará la idea lo haría, por ella, por Lucerys, por toda su familia. Aunque nunca amará a su futura esposa.

—Quiero que te cases.—el nudo en la garganta del príncipe se empezó a formar no quería decir nada, le costaba aceptar. No quería aquello jam...—Con Lucerys.

Su mente se puso en blanco y sus ojos se agradaron con aquella propuesta ¿Escucho bien? No, no puede creerlo. Oh, eso fue inesperado. Muy inesperado. Para asegurarse decidió preguntar nuevamente.

—¿Cómo dices, padre?

—Quiero que te unas en matrimonio con Lucerys para unir las dos casas. En realidad, se lo habría propuesto a Haelena pero ella se negó. Dice que Luke es su pequeño sobrino y no podría verlo con otros ojos. En cambio tú, hijo. He visto como miras a Lucerys, no puedes ocultarserlo a este viejo rey.

Renace El Dragón: Evitando La Danza De Dragones Where stories live. Discover now