Capítulo 27

409 30 4
                                    

—Princesa...

—No.

—Princesa, tenemos...

—No.—repitió con las pocas fuerza que tenia.

Su hija había nacido pero ella no lloraba.

No gritaba.

No hacia nada, ningún movimiento.

Su pequeña, estaba tan quieta que daba miedo. El interior de la princesa estaba agotado y adolorido, pero su corazón lo estaba más. Si fuera una competencia ella estaba segura que su corazón ganaba con la angustia pesada que sentía en todo su ser.

—Es un monstruo.—dijo alguien mirando a "la cosa" que la princesa tenia en sus brazos.

Daemon no se hizo esperar, al instante saco su espada y apunto al Maestre que había insultado a su hija recién nacida. Nadie insultaba a su familia en presencia de él. Esa niña era sangre de su sangre, no importaba como haya nacido porque su bebé vino de él y Rhaenyra, y eso era todo lo que le importaba.

—Cuidado con esa lengua, ¡Esta es mi hija! ¡Sangre de mi sangre!—grito a todos. El dolor y la rabia estaban consumiendo el cuerpo del príncipe, él sabia cuanto desea Nyra tener una niña en sus entrañas, ellos intentaron pero siempre salían varones, hasta que al fin tuvieron a su preciada niña y ahora ella no respiraba y además la insultaban—¡Nadie le faltara el respeto a mis hijos, mucho menos a mi hija!

—Pero—dudo el mismo Maestre mirando entre Rhaenyra, Daemon, Alicent y Lucerys. Él no queria ser portador de malas noticias pero la familia real tenia que aceptarlo "esa cosa" no estaba viva—,la niña esta muerta, príncipe.

—Aún no lo esta.—hablo débilmente Luke. Estaba agotado, pero aun quedaba algo de energía en él—Siento su pulso, es débil, casi nada pero esta ahí. Tú también lo sientes madre ¿Cierto?—pregunto y ella asintió.

La princesa podía sentirla pero cada minuto que pasaba el pulso se volvía más lento y su esperanzas también. Ella no sabia si aguantaría esta perdida, ningún de sus hijos habían sido arrancado de sus manos tan arrebatadoramente, y no queria que Visenya fuera la primera. No cuando tenia una delgada línea de esperanza que estaba siendo quitada de sus manos.

Ella aun con dolor en todas sus extremidades se agacho hasta que su cabeza toco el pequeño cuerpecito de su hija, sintiendo el suave palpita, lloró.

—Puedo hacerlo.—hablo Luke viendo a su madre destruirse.

—Estas cansado, Luke.—su voz tembló al decirlo. No queria arriesgar a su otro hijo.

—Puedo hacerlo.—repitió y sin darle tiempo de hablar a su madre, él agarro la pequeña llama que quedaba del parto, era una cosa pequeñita como la mitad del dedo meñique de su hermano Viserys.

Aparto a su madre suavemente, ella por supuesto iba a replicar. Él entendía, sabia que ella queria estar escuchando el pobre latido del corazon de su hermana todo el tiempo que le quedara. No obstante, él se encargaría de hacer que ese latido siguiera hasta que ella muera de vejez.

—Lucerys, no me hagas esto.—rogó la princesa mirando a su hijo con ojos llorosos—No me apartes de ella.

—No lo haré. Confía en mi, madre.

Rhaenyra Targaryen luchaba consigo misma. Ella queria arrullar a su bebé y llevársela para estar solo con ella escuchando el vago palpitar hasta que ese dejara de latir, ¿Por qué queria hacerlo? Porque ella era masoquista y queria tener más tiempo con su hija aunque sean solo minutos o segundos. Pero, Lucerys, su dulce niño estaba ahí mirándolo con determinación, ella sabia que él podía hacerlo pero tampoco queria que su hijo agotara todas sus fuerzas en eso, él tenia cosas mucho más importante que hacer y sabia que tenia problemas internos que su hijo no compartía con nadie. Ella lo sabia porque siempre lo observaba, cada movimiento, cada risa, cada enojo y además, ella era su madre, sabia que algo perturbador rodeaba a su hijo. Nyra queria ser egoísta y decirle que lo deje que se cuide él porque su aspecto no es el mejor de todos, no obstante, una parte de ella queria decirle que lo hiciera, que salvara a su hermana que era su obligación como rey y hermano mayor... pero no lo dijo. No podía escoger a un solo hijo. Ella amaba a todos sus hijos por igual.

Renace El Dragón: Evitando La Danza De Dragones Where stories live. Discover now