CAPITULO 8

2.9K 371 3
                                    

                    VENECIA
Cuando llegaron a la ciudad sumergida, la noche los recibió, Venecia se encontraba de carnaval. Personas con máscaras y llamativas ropas bailaban y reían por doquier. Tuvieron que esperar casi hasta el amanecer para que aparecieran sus amigos, quiénes llegaron enmascarados.  Al reconocer a Eleonor la recibieron con fuertes abrazos y por supuesto aceptaron que se quedaran el tiempo que quisieran.

Los D'Luca eran una pareja encantadora pero lo que más llamó la atención de los visitantes es que presentaron como hija a una humana de 16 años. Ellos les contaron que la encontraron abandonada recién nacida y como los vampiros no pueden procrear hijos decidieron conservarla. Ella sabía sobre su naturaleza pero los amaba como si fueran sus verdaderos padres. Caterina el nombre de la joven, resultó ser muy agradable y los trataba con total familiaridad.

Eleonor se acordó de ella misma a esa edad y se identificó con ella de inmediato. Arden guardaba su distancia, optaba por no tenerla cerca sin ser descortés, en cuanto a Benjamín más bien actuaba de forma tímida, siempre había sido el más cohibido de los hermanos. Caterina sentía un poco de pena por él, ser convertido tan joven le parecía una atrocidad.

-Pobre criatura. -Manifestaba Fracesca D' Luca indignada mirando a Benjamín.

-Ese vampiro le robó su derecho a crecer. Te ayudaremos Eleonor, de eso no te quepa duda. No es así Aristo. -Ahora se dirigía a su esposo.

-Definitivamente, cariño cuenta con nosotros.

Caterina abandonó la habitación y Arden suspiró aliviado.

-¿Cómo pueden convivir con ella?

-Joven Arden. -Responde Francesca. -Entre más tiempo convivas con los humanos más fácil se te hará tolerar su presencia.

-¿Cuánto tiempo se demora eso? Es muy difícil controlarse.

-Lo sabemos joven Leigh, todos lo hemos atravezado. -Aristo lo mira con comprensión.

-Si la presencia de Caterina les causa problemas la llevaremos a otro lugar.

-No Francesca. -Agrega Eleonor de inmediato. -Por favor, somos huéspedes en su casa, no queremos causarles molestias.

-Estaré bien. -Añade Arden. -Podré lograrlo.

Benjamín no dice nada pero también le incomoda la presencia de Caterina y a diferencia de Arden, él sí había probado la sangre humana.

Él insomnio abraza a Arden, decidió dar un paseo nocturno por la ciudad. Necesitaba tomar aire y desintoxicarse del aroma de Caterina. Creía estar solo hasta que una voz femenina le hizo perder el hilo de sus pensamientos.

-Hola guapo ¿Estás perdido? -La mujer vestía sencillo dejando mostrar sus atributos, una prostituta de seguro. Arden trató de alejarse pero ella lo tomó del brazo.

-¿Qué te pasa forastero? No muerdo, pero sí te puedo dar una noche placentera.

La mujer se aproximó aún más. Arden pudo escuchar sus palpitaciones y calidez, su cuerpo comenzó a temblar, su resistencia se desmoronaba.

-¿Qué ocurre? Acaso eres tímido. -El calor de su proximidad lo envolvió, el olor de su sangre fresca y tibia hizo que su boca seca quemara más. No lo pudo resistir, halo a la mujer a un lugar oscuro y la arrinconó contra la pared. Ella lucía triunfal al menos esta vez consiguió un hombre atractivo y no los cerdos con los que solía acostarse. Arden recorrió su cuello pero sin contacto, solo respiraba sobre ella y sin ser tocada se estremecía, deseaba que Arden la tomara y cuando al fin colocó sus labios sobre su piel, un escalofrío la recorrió.

Arden no quería hacerlo, ¿Y si no podía deternerse? Eleonor lo había logrado porque él no y sin contemplaciones la mordió. El preciado líquido comenzó a recorrer su gantanta, la palabra que mejor lo describía "exquisito" la mujer sentía una clase de dolor mezclado con placer. La prostituta fue perdiendo el conocimiento, sus latidos disminuyendo, deteniéndose Arden.

Ella yacía inconsiente entre sus brazos, la ocultó en un rincón de modo que nadie pudiera verla. Se sentía orgulloso de sí mismo y ahora que probó la sangre humana comprendió a lo que Eleonor se refería.

Esa noche después de poner su control a prueba cortejó a otra dama siguiendo el mismo procedimiento que con la anterior. Regresó casi al amanecer, no podía esperar a contarle a Eleonor, era la primera vez que su sed había sido saciada por completo.

MAS ALLA DE LA REALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora