MAS ALLA DE LA REALIDAD

CAPITULO 20

LA MEDIUM

La niña dormía en el catre mientras Caterina daba vueltas por la habitación. Creía no poder resistir, respiraba bocanadas de aire como si eso le ayudara a no pensar en la sangre de Sofía. La paciencia de Damien se acabó y esa tarde entró nuevamente a la habitación acompañado de otro vampiro.

-Al parecer te juzgué mal, tienes una voluntad de hierro. Pero mírate querida, esas ojeras no te ayudan. Te ves terrible, porque eres tan testaruda si lo que tanto quieres está a tu alcance. - Señala a Sofía que no se percata de su presencia.

-No le haré daño. -Repetía Caterina una y otra vez tratando de creer sus propias palabras.

Damien se acerca a la niña y la despierta, cuando ella ve de quién se trata intenta alejarse pero él la sujeta del brazo y saca una cuchilla.

-Veremos que tan fuerte eres. - Hace un corte en el brazo de la niña a la altura de la muñeca. Sofía empieza a llorar de dolor y está aterrada, su sangre mancha el suelo.

En un instante Caterina lamía el piso y en aire atrapaba las gotas que seguían cayendo. Tomó el brazo de la niña y la mordió, sus ojos se oscurecieron, su resistencia había desaparecido y sin ser dueña de si misma succiona el preciado líquido.

-Caterina me lastimas.

Pero ella sin reaccionar sigue sorbiendo, sólo se detiene al ver la risa triunfal de Damien.

-¿Qué he hecho? - Se cuestiona mientras Sofía se tambaleaba débil y pierde la concienza.

-Lo que tu naturalea es, no te sientas mal, apenas y escucho sus latidos, termina lo que empezaste.

Caterina llora con la culpa reflejada en sus ojos. -Perdóname. - Le decía a la niña.

-Todo debo terminarlo yo, le espeta Damien acercándose a Sofía decidido a acabar con su vida.

-No te atrevas a tocarla.

Los dos se vieron sorprendidos al sentir una leve brisa, Sheila sostenía a Sofía entre sus brazos.

-¿Qué haces médium? No seas insolente, te acabas de alimentar, o acaso deseas ser tú la que finalice con su miserable existir.

Sheila no responde.

-Ya veo, adelante entonces te cedo el honor.

La medium se dirige a Caterina: - Aún hay piedad en mí.

Caterina entiende el mensaje y se coloca junto a la médium.

-¿Qué significa esto? - Grita Damien sin comprender.

Sheila le entrega a Sofía a Caterina y señala: -Cuando salgas al pasillo gira a la derecha hay una ventana, salta y vete de aquí.

Sheila da un paso adelante y encara a Damien. Caterina no podía creer lo que presenciaba, en los ojos de Damien se vislumbraba temor.

-Hasta aquí llegan mis servicios contigo, no permitiré más atrocidades.

-Te atreves a desafiarme, te eliminaré sin contemplaciones, a ti y a tu engendro.

-Lo sé pero al menos seremos libres.

Se abalanza sobre el otro vampiro y con un rápido movimiento arranca su corazón del pecho, al mismo tiempo que le quitaba la espada cayendo el cuerpo inerte.

-Tu turno. -Le indica y lo enfrenta, levanta la espada y la deja ir sobre él pero solo logra cortar su ganganta ya que éste esquiba el corte que pudo ser mortal.

-Vete. - Le ordena a Caterina

-¿Tú no vienes?

-Mi destino ya está trazado, dile a tu madre que la niña hará realidad sus sueños.

Se aproximaban pasos, no quedaba mucho tiempo, Caterina reacciona y siguiendo las indicaciones de Sheila llega a la ventana y salta, corre lo más rápido que puede alejándose del lugar.

Varios vampiros entran a la habitación, Sheila pelea como una fiera y corta la cabeza de dos pero son más que ella y al final la rodean, dejando ella caer su espada en acto de rendición.

-Maldita seas. -Apenas logra articular Damien. -Traigan al niño, te enseñaré a no traicionarme.

Los ojos de Sheila se cierran rogando que su muerte lleguara pronto y terminar con la pesadilla de ser esclava de Damien, aunque eso le costara la vida a su hijo.