CAPÍTULO 21

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ATANDO CABOS

Era de noche y las calles se encontraban desoladas. Desconocía donde se encontraba pero siguió adelante, recordando la conexión con su madre. Se ocultó en una bodega abandonada cerca de las líneas del tren y se concentró tratando de contactarla. Si su corazón latiera estaría a su límite en ese momento.

Al principio fue difícil porque cada ruido la distraía pero pensando en Sofía que yacía en sus brazos inerte, se olvidó del entorno que la rodeaba y al fin pudo lograr sentirla.

-¡Madre! - Exclamó Caterina apenas conteniendo su emoción.

Francesca se detiene y grita: -Es ella.

Todos quedan atentos.

-¿Dónde estás mi niña?

-En una bodega cerca de las líneas del tren pero no estoy sola.

-¿Quién te acompaña?

-He hecho algo terrible, deben venir pronto.

-Tranquila visualiza el lugar en el que estás, muestrámelo.

Las imágenes empiezan a aparecer en la mente de Francesca hasta que luego de unos instantes agrega: -Ya sé donde está.

No se encontraban muy lejos de ahí ya que se dirigían al refugio de Damien, no se tardan en llegar. Al abrir las puertas de la bodega, unas palomas emprenden el vuelo.

-Madre. - Caterina corre hacia Francesca y la abraza. Aristo se une al abrazo.

¿Cómo escapaste? - Le pregunta Arden.

-Me ha ayudado una médium, sin ella estaría aún cautiva.

-¿A quién te referías cuando dijiste que no estabas sola? - Consultó Francesca.

Caterina los lleva donde estaba Sofía aún inconsiente colocada sobre unas empolvadas mantas.

-Me encerraron en la habitación con ella, no pude controlarme, la mordí, me siento tan mal.

-No debes. -Responde Aristo. -Eres una recién convertida, no todos pueden contenerse y menos si están hambrientos.

Aristo llama a Tobías.

-Llevátela al barco junto con mi hija, haz que el doctor vea a la niña.

-Sí señor.

-No padre no vayan, los espera.

-¿Cómo? -Pregunta Arden contrariado.

-Supieron que un tal Arthur Collingwood avisó de su paradero. Dijo que él era un cabo suelto.

-Bueno eso nos ayuda a llevar la delantera nuevamente. Dices que habían mediums. - Inquiere Aristo.

-Sí eran cuatro al principio pero al final sólo quedó una.

-Médiums, con razón no podía ubicarte.
- Añade Francesca.

-Sin Sheila no lo hubiera logrado.

Al mencionar este nombre Arthur se dirige a la joven que no había notado su presencia.

-¿Cómo dijiste que se llamaba la médium?

-Su nombre es Sheila.

Arthur lucía contrariado, su palidez se agudiza y siente que las rodillas le flaquean.

-Tiene que ser ella, ese maldito la convirtió. Sheila era el nombre de mi esposa, ella era especial, tenía ciertos dones, nunca dijimos nada por temor a ser tachada de bruja. Ella veía cosas que se hacían realidad.

Todos quedaron atónicos ante la noticia, nadie esperaba un desenlace así, pudieron ver el dolor en el rostro de Collingwood, al final Damien transformó a su esposa en lo que más odiaba.

Después de un incómodo silencio Aristo le vuelve a indicar a Tobías que llevara a Caterina y a la niña al barco, Eleonor y Benjamín se alegrarían al verle.

******************
Eleonor tenía la mirada perdida en el horizonte, sus pensamientos iban en torno a Arden y compañía, la voz del vigía le avisó que alguien se acercaba, no pudo creer de quién se trataba.

- Benjamín. -Llamó a su hermano.

Éste tardó unos segundos en aparecer y al ver a Caterina sale a su encuentro. La abraza y busca sus labios uniéndolos en un profundo beso.

Tobías continuó y entregó la niña a Eleonor repitiendo lo que Aristo le había encomendado. El doctor de la tripulación fue llamado para brindarle asistencia médica.

Johan Clawson examinaba a Sofía, le vendó la mano. La niña tenía fiebre y aún no despertaba.

-¿Estará bien doctor? -Quiso saber Caterina con preocupación.

-Ha perdido mucha sangre, por el momento hay que bajar la temperatura, no puedo dar un diagnóstico positivo. Yo me quedaré con ella no es necesario que estén aquí.

Los tres salen y llegan al comedor, Eleonor consulta a Caterina sobre lo acontecido y ella relata todos los hechos.

-¡No puede ser! - Exclama Eleonor aturdida. -Pobre Arthur, no puedo imaginar lo que estará sintiendo en este momento.

-En definitiva no quisiera estar en su lugar. -Responde Benjamín, compadeciéndolo.

-Ben lleva a Caterina al camarote. Si hay algún cambio en la condición de la niña les avisaré.

Los jóvenes aceptan y se alejan, Eleonor se dirige a la proa del barco y ansiosa añora el regreso de sus compañeros y que de una vez por todas, ellos fueran capaces de eliminar a Damien y acabar con aquella pesadilla.

MAS ALLA DE LA REALIDADWhere stories live. Discover now