CAPITULO 23

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EL DESENLACE

Después de una minuciosa búsqueda se dan cuenta que la casa estaba vacía pero hicieron un interesante descubrimiento, debajo de una gran alfombra encontraron una compuerta que llevaba a unos túneles debajo de la residencia, los túneles estaban iluminados con antorchas. Bajaron y siguieron el camino hasta que empezaron a escuchar voces, todos se armaron y estaban listos para el inminente encuentro.

Arden se asoma con precaución para contar cuántos eran, en total 18 vampiros, en desventaja a los 10 que eran ellos. Damien no se veía por ningún lado pero los túneles continuaban, podía ser que se encontrara oculto en algún aposento.

Arthur Collingwood se une a ellos, lucía sombrío pero nadie le preguntó nada, al contrario lo recibieron de buen agrado y planearon cómo entrar

Listos. -Indica Aristo dando la señal, tomándolos desprevenidos. La ligereza y pericia de Aristo peleando lo ayudan a en cuestión de unos cuantos segundos haber eliminado casi instantáneamente a dos vampiros.

-Ve. -Aconseja Aristo a Arden. Él comprende y se marcha junto con Arthur.

Caminan hasta que el sonido de las espadas es solo un murmullo. Arden siente la presencia de Damian, pero es tarde, este apuñala a Arthur que cae con una mortal herida en su costado derecho. La sangre distrae a Arden una milésima de segundo que aprovecha Damien para huir del lugar.

-Ve por él. - Arthur añade casi sin aliento. -Que pague por todo el daño que ha causado.

Arden recobra la postura al escuchar las palabras de Arthur .

-Te prometo. -Le asegura. -Que por mi honor yo mismo me desharé de él y pagaré su deuda contigo.

Arthur hace una señal de aprobación y le indica con ademanes que se vaya y lo deje.

-Enviaré a alguien que te ayude.

-No se preocupe por mí, hace mucho que estoy muerto ahora podré por fin descansar y reunirme con mi Pequeña. -Deja ir el aliento y Arthur Collingwood expira con una sonrisa dibujada en sus labios.

Aunque no le agradaba aquel hombre Arden sintió pena por él y lo dejó atrás para ir en busca de Damien.

Nuevamente el tintineo de las espadas se escuchan pero esta vez en minoría, al llegar habían caído tanto hombres de Damien como de Aristo, la lucha continuaba y Arden vio a Damien que se alejaba a toda prisa del lugar. Lo siguió hasta encontrarse en la casa perdiéndole el rastro de momento, recuperándolo por su olor. Para su sorpresa Damien dejó de esconderse y lo encaró.

-Me dará mucho placer. Le dijo.
-Sacarte de mi camino y recuperar a la que por derecho es mía, eliminar a su molesto hermano y a todos los tuyos.

-Para hacer eso Damien tendrás que vencerme a mi primero y esta vez no tengo las manos atadas.

-Veremos.

Con un agudo grito se lanza sobre Arden, las espadas chocaban una con la otra, Arden es empujado hacia atrás con cada golpe, Damien es mucho más fuerte y Arden siente como va perdiendo terreno.

-¿Qué te pasa niño bonito? Has esperado tanto tiempo para eliminarme y de repente sólo juegas conmigo, demuéstrame de lo que eres capaz.

La lucha continua pero Arden pierde el equilibrio y cae sobre sus espaldas, Damien se abalanza sobre él con la espada en alto pero logra ponerse de pie en el último minuto.

-Que vio ella en ti, no lo entiendo, yo pude ofrecerle lo que quisiera pero me despreció, ahora va a pagar, porque le voy a quitar lo que ama.

-Mataste a su familia maldito, crees que podría sentir algo por ti, que no sea desprecio.

-Disfrutaré cuando te corte la cabeza muchacho.

-Aún estoy de pie Damien, no me subestimes, Thomas lo hizo y ahora ya no está.

-Thomas no era más que un imbécil, él nunca se podrá comparar conmigo.

Y el duelo continuo atacando esta vez Damien con más furia.

-Me haces perder mi paciencia muchacho, ya me harte de ti. - Diciendo esto hace un rápido movimiento y atraviesa el corazón de Arden.

-Y ahora el toque final. -Dice Damien sonriendo mientras alzando la espalda.

Arden cae de rodillas, Damien agrega: - Te prometo que cuando la haga mía haré que se olvidé de ti.

Esas palabras hacen que Arden reaccione, levanta con sus últimas fuerzas la espada y en un inesperado movimiento sin que Damien pueda hacer nada le corta un brazo. -Esa es por la familia de Eleonor. -Le amputa el otro brazo. - Ése es por la familia de Arthur Collingwood, y éste es por Benjamín,  deja ir el filo con fuerza y corta su cabeza.

-Y aún sigo aquí.- Arden sonríe mientras se tambalea y se recuesta en la pared.

Francesca y compañía llegan a brindar apoyo. Cuando Francesca ve la cabeza de Damien, lanza un sonido de asombro y se dirige a Arden.

-¿Estás bien?

-Jamás he estado mejor Francesca.

-Jake, Charles, ayúdenlo.

-No, estoy bien puedo caminar solo.

-¿Y Aristo?

-Abajo, por ese lado hay una compuerta, está abierta, ahí los encontrarán, vayan los necesitan.

Francesca y los hombres se marchan en la dirección que Arden les indicó. Él toma asiento en el piso y se toca el pecho, le dolía pero el sabor del triunfo disminuía el dolor. No pasaron más de cinco minutos cuando Aristo, acompañado de Francesa y los que quedaban de la tripulación aparecieron. Aristo ve el cuerpo de Damien decapitado y luego observa a Arden brindándole una sonrisa.

Después de sacar los cuerpos de sus compañeros, prenden fuego a la vieja casa que se encontraba en la parte abandonada de la ciudad, amanecía cuando regresaron al barco.

Eleonor mantenía su mirada puesta en las calles londinenses, esperando, ya sabía que Arden había eliminado a Damien, sólo lo sabía.

Poco a poco fueron apareciendo en la profunda neblina. - Doctor Clawson. - Grito Eleonor, ya que venían algunos hombres que estaban heridos. Los otros miembros de la tripulación que habían permanecido en el barco ayudaron a los recién llegados.

Eleonor busca a Arden ubicándolo al lado de Aristo, corre a su encuentro y lo abraza.

-Te dije que lo haría, ahora Benjamín y tu son libres.

-Te amo Arden Leigh.

-Te amo Eleonor Kendrick.
-Mientras dice esto busca sus labios aprisionándolos contra los suyos, siendo el amanecer testigo silencioso de la escena.

MAS ALLA DE LA REALIDADOnde as histórias ganham vida. Descobre agora