CAPITULO 16

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SUCESOS INESPERADOS

Amanecía cuando los tres se pusieron en camino, iban callados, los pensamientos de Eleonor estaban en Benjamín, le hubiera gustado en cierta forma que los acompañara ya que él tenía más dominio sobre la conexión con Damien. Eleonor temía que al contactarlo Damien descubriera sus planes originales y se viniera todo abajo y no sólo eso sino poner en peligro a Benjamín y a los demás en el barco.

Esta vez viajaron en coche, seis briosos caballos los trasladaban a su destino, ya que necesitaban llegar aprisa a Winchester; por alguna razón que ella no entendía sabía que él iba a estar ahí esperándola.

Después de un ajetreado y largo recorrido llegaron en horas de la madrugada, forzando a los caballos al límite de sus fuerzas. Descansaron en una pequeña posada a las afueras de la ciudad, ahí descansaron todo el día siguiente y se alimentaron.

Cuando llegó el momento de ubicar a Damien, Eleonor sintió duda, pero Benjamín le había enseñado como bloquear imágenes e información que no era necesaria que Damien supiera. Se encontraban en la que en vida fuera su hogar, la idea era que él llegara, sorprenderlo, decapitarlo quemando la cabaña con Damien adentro, un plan perfecto, los superaban en número, lo podrían lograr.

-Ya es hora. -Le indica Aristo dirigiéndose a Eleonor.

Ella cierra los ojos. Se encierra en su mente y deja fluir libremente sus pensamientos hasta que luego de unos minutos al fin sintió aquella presencia detestable.

-¡Está aquí! -Manifiesta Eleonor asustada.

-¿Qué? -Pregunta Arden contrariado

-¿Dónde? -Aristo ve en todas las direcciones.

-Dentro de la casa.

-¿Pero cómo? Acaso nos esperaba. - Cometa Arden confundido.

-¿Cómo es que no has sentido su presencia antes? ¿Estás segura?

-Sí, lo estoy Aristo

En la cabaña se empiezan a escuchar pasos, no uno sino varios.

-¡Es una trampa! -Exclama Aristo al tiempo que observa alguna posible salida.

Cuando se dieron cuenta al menos se vieron rodeados de seis vampiros y entre ellos se encontraba Damien.

-Me extrañaste. - Le dice a Eleonor con voz gutural.

Eleonor está petrificada, no puede ocultar su temor, no esperaba que las cosas se dieran de esa forma, ¿Qué había salido mal? ¿Porqué estaba sucediendo eso?

-Contestaré a tus preguntas pequeña. -Responde Damien leyendo sus pensamientos.

-Verás, Benjamín no llegó a ti por casualidad, yo lo dejé escapar.

Arden y Aristo intercambian una mirada, ellos siempre lo sospecharon.

-Creíste que verdaderamente él escaparía solo, quería que te encontrara, como veo que sucedió, todo fue parte de mi brillante ingenio para llegar a ti.

Se acerca rápidamente a ella y le aprieta la cara con su mano haciendo que Arden de unos pasos hacia adelante.

-Yo no haría eso joven, no al menos que desea que ella siga con la cabeza en su lugar.

Aristo coloca su mano sobre el hombro de Arden indicándole que mantenga la calma.

-Han sido años buscándote y ahora llegas a mí voluntariamente, ummm el sabor de la victoria es casi tan bueno como el de la sangre.

-Me quieres a mí, a ellos déjalos ir.

-Pequeña, pequeña, pareces no conocerme, ninguno saldrá de aquí entero.

Rompiendo en una tétrica carcajada que es secundada por los otros vampiros.

-Y cuando termine con ustedes me desharé de tu hermano y los que lo acompañan.

-No te atrevas maldito. -Espeta Eleonor llena de ira.

-Conozco esa mirada, la venganza es dulce. - Los ojos de Damien se inyectaron color borgoña, sonriendo internamente ante su triunfo.

Fuera de la cabaña encendieron una fogata. Aristo y Arden eran vigilados, habían sido desarmados y atados.

Humo negro empezaba a emerger hacia el cielo, casi anochecía y las llamas se alzaban majestuosas y vivaces. Damien toma a Eleonor del brazo y la acerca a la fogata.

-Déjame darte una muestra de lo que te espera.

Toma la mano de Eleonor y la coloca sobre el fuego, cuando la piel empieza a quemarse Eleonor pronuncia un agudo grito de dolor.

Arden aún atado golpea a uno de los vampiros y se abalanza sobre Damien, este lo esquiva para luego golpearlo haciendo que choque contra un pequeño árbol que al impacto se parte a la mitad.

-¡Maldito gusano! - Expresa Damien furioso. - Te voy a destruir de una vez. - Le hace señas a uno de los suyos que le entrega un cuchillo largo y afilado.

-Mira pequeña, mira lo que hago con tu amado.

Eleonor se siente impotente, trata de impedirlo pero la sujetan entre dos, Aristo intenta ayudarlo también pero es golpeado y cae al suelo mientras lo sujetan fuertemente.

Arden mira a Eleonor y sin pronunciar palabra le dice: -Lo siento, te falle.

Cierra los ojos esperando el fin, pero no sucede nada, Damien los mira a los tres y sonríe de una forma perversa.

-Sabes qué pequeña, no soporto verte sufrir así, que no se diga que no soy piadoso, no vas a morir sola, lo harás en compañía de tus amigos.

Arden, Eleonor y Aristo son trasladados de nuevo a la cabaña y colocados en la habitación de los padres de Eleonor. Ahí son atados de pies y manos y son dejados en el suelo.

-Bueno ya que tenían planeado quemarme en esta pocilga, te devolveré la cortesía; eso no los matara pero les dolerá, y es lo anhelo, verte sufrir y creeme que lo difrutaré.

Damien y los demás abandonan la estancia y con antorchas prenden fuego a la cabaña. Una vez hecho, se marcha dejando únicamente a dos vampiros. Los cuáles tenían la instrucción de decapitar a Arden y Aristo después de que el fuego acabara con todo.

La cabaña ardía consumiendo las viejas paredes, Aristo trataba de soltarse resultando imposible, las amarras estaban muy bien atadas. Forcejeaban pero sin ningún resultado, la desesperación se apoderó de Eleonor, arrepentida de no haber escuchado a Benjamín, jamás lo volvería a ver ni cumpliría su promesa de regresar a su lado.

Entre el humo una silueta apareció seguida de otra, les tomó poco tiempo distinguirlas, eran Francesca y Benjamín que se aproximan a ellos y con cuchillas en mano cortan las ataduras. Los cinco saltan por la ventana de la habitación cayendo de pie a unos cuantos metros.

Caterina los esperaba abajo al lado de cuatro hombres de la tripulación, los dos vampiros habían sido sorprendidos y eliminados, ahora sus cuerpos se consumían entre las llamas.

Arden rodea con sus brazos a Eleonor, Benjamín se mantiene a distancia, mientras que Francesca y Caterina abrazan a Aristo.

-¿Cómo supiste? -Le pregunta Eleonor a Benjamín.

-Un terrible presentimiento me perseguía, hablé con Francesca al respecto y tan sólo un día después de su partida decidimos ponernos tras su rastro.

-Él nos esperaba. -Explica Eleonor contrariada. -Nos dijo que te dejó escapar con el propósito de que me encontraras y así cumplir con su venganza. ¿Cómo pude ser tan tonta y obviar lo obvio? casi nos cuesta muy caro mi descuido.

-No digas eso. -Agrega Arden abrazándola nuevamente.

-No te culpes ninguno podíamos sospechar, Damien resultó ser un oponente muy peligroso más de lo que imaginábamos. - Añade Aristo meditativo.

Benjamín mira la mano de Eleonor que ya casi sanaba.

-!Tu mano¡ -Señala Benjamín preocupado.

-No es nada, estoy bien. -Aclara Eleonor en voz baja, regresando todos al muelle.

MAS ALLA DE LA REALIDADWhere stories live. Discover now