Capítulo 3: Un encuentro inesperado

1.7K 157 126
                                    

Después de varias noches, ya había dominado tres técnicas de demonio, una cuarta se me ocurrió de último momento, pero aún no la domino completamente.

Decidí dejar para después esa técnica y reanudé mi camino hacia Tokio, ya habían pasado demasiadas noches y en verdad tenía ganas de ver a Giyuu. Ahora mi hermanito debe de tener unos 16 años, me preguntó ¿Cómo se verá?

Tratar de imaginarme a un Giyuu adolescente me hace emocionarme, ¿Cómo será su sonrisa? Si de niño me parecía una sonrisa de ángel, quizás ahora sea la de un seductor, quien sabe, a lo mejor ya conquistó el corazón de una mujer con esa sonrisa suya.

En una noche, mientras corría, esa sensación de peligro se hizo presente nuevamente, fue la misma sensación de cuando me encontré con aquellos dos cazadores. Esto es malo, no quería volver a encontrármelos, no sin antes haber visto a mi hermano.

Por lo que trate de ocultarme, pero solo había arboles alrededor, no había cuevas ni nada para esconderme completamente. Mientras buscaba con la mirada, se empezaron a escuchar varios pasos acercándoseme.

Me empecé a asustar, quizás esos pasos sean de cazadores y yo aun sin encontrar donde esconderme, cuando de repente, salieron de entre los arbustos dos sujetos que no parecían cazadores más bien eran...

- ¿Demonios?

- ¿Uh? ¿Qué haces aquí mujer? – Uno de los demonios me preguntó.

- Bueno yo...

Iba a responder, pero el segundo demonio me interrumpió.

- Eso no importa, tenemos que huir, hay dos pilares cerca.

- ¿Pilares?

¿Qué es eso? Jamás había escuchado esa terminación.

- Mira, no me importa si te quieres quedar y morir, pero yo me largo.

El primer demonio en hablarme me dijo eso y acto seguido se fue por mi derecha dejándonos solos.

- Los pilares son los cazadores más fuertes – Me dice el segundo demonio – Nosotros no podemos hacer nada contra ellos, solo las lunas demoniacas pueden hacerle frente.

- ¿Lunas demoniacas?

- ¿Acaso eres nueva? ¿Ni siquiera sabes de las lunas demoniacas?

- No, yo...

No pude terminar de decirle que jamás había oído hablar de las lunas, cuando algunos sonidos de pisadas se estaban acercando.

- Rayos, ya están cerca. Yo me voy de aquí.

Aquel ultimo demonio desapareció de un salto y algo me decía de que yo también tenía que huir. Por lo que comencé a correr sin rumbo fijo.

Mientras más corría podía sentir aquellas presencias, aquellos demonios no estaban bromeando, la presencia de estos pilares no era igual a los cazadores que me había encontrado muchas noches atrás.

Vi por enfrente unos arbustos muy frondosos y decidí meterme dentro, trate de regular mi respiración y trate de imaginarme ser como el agua, sin sabor, sin color, sin olor, sin sonido y sin presencia.

Debo parecerme a un lago en calma.

Las pisadas se escuchaban por todo el alrededor, aunque no se acercaban a mi ubicación, trate de relajarme, pero por enfrente de donde estaba escondida apareció el primer demonio que me había hablado.

- Creo que los perdí.

Se dijo para sí mismo y después dio un gran suspiro, de repente, se sintió una gran presencia y tanto el demonio como yo levantamos el rostro para mirar hacia arriba.

Lluvia tras la sequíaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu