Capítulo 16: La finca de la llama

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Estaba caminando al lado de Rengoku hacia su finca, la famosa finca de la llama, me pregunto cómo se verá, ¿Será tradicional o tendrá la apariencia de las nuevas casas estilo occidental?

Platicar con Rengoku en verdad es muy agradable, él es muy optimista y a la vez gracioso, no sé si es su intención hacerme reír, pero lo está logrando. El tiempo paso volando cuando Rengoku me indica que habíamos llegado a su hogar.

- ¡Aquí es!

La finca resultó ser de tipo tradicional, es muy amplia y tiene un gran jardín, por lo que puedo ver, solo lo utilizan para entrenamiento, ya que no hay muchas flores que digamos.

Rengoku se acerca hacia la puerta principal y al abrirla pega un grito demasiado fuerte.

- ¡Ya llegué!

Él se hizo a un lado y me invitó a pasar, mientras me quitaba el calzado pude escuchar el sonido de unos pasos viniendo hacia aquí a gran velocidad.

- Bienvenido hermano.

Un mini Rengoku apareció por el pasillo y saludó a Rengoku, me imagino que este niño debe ser Senjuro, en verdad se parecen demasiado, nadie podría negar que no son hermanos, hasta me atrevería a decir que parecen padre e hijo.

Senjuro posa sus ojos en mí y me mira de forma curiosa, de repente, Rengoku me pasa por un lado y se agacha a la altura de su hermano para acariciarle la cabeza.

- Estoy de vuelto y mira a quien traje.

Ahora Rengoku se endereza y se coloca a un lado de su hermano.

- Senjuro, te presento a Tomioka Tsutako, la persona que me salvó la vida y la apasionante demonio del agua.

Rengoku... No tenías que decir eso ultimo.

- Tsutako san, este de aquí es mi hermano menor, Senjuro.

- Mucho gusto Rengoku Senjuro kun – Saludé – Es un placer conocerte.

- El placer es mío – Me responde – Desde hace tiempo quería conocerte, muchas gracias por haber salvado a mi hermano.

El joven Senjuro en verdad es muy educado ya que se inclinó ante mí a modo de gratitud.

- Por favor no te quedes ahí y pasa por favor.

- Muchas gracias Rengoku kun.

Ambos hermanos me miraron divertidos y me di cuenta de que cometí el mismo error de Rengoku cuando estaba en la finca del agua.

- Disculpen si sueno atrevida, pero ¿Puedo llamarlos por sus nombres para evitar confusiones?

- Por mí no hay problema – Me responde Senjuro - ¿Y tú, hermano?

- ¡Igual!

- Muchas gracias Senjuro kun, Kyojuro san. Con su permiso.

Me adentré un poco al pasillo principal y Senjuro me empezó a guiar por su casa, llegamos a una sala y Senjuro me invitó a sentarme.

- ¿Le gustaría algún aperitivo? – Me pregunta Senjuro, pero...

- ¡Senjuro!

Yo agache un poco la cabeza al escuchar esa oferta y fue cuando Kyojuro alzó un poco la voz hacia su hermano.

- ¿Eh? – Senjuro después de unos segundos comprendió la situación – ¡Discúlpeme por favor! Había olvidado que eres... bueno yo...

- No te preocupes Senjuro, puedes decirlo sin miedo, soy un demonio.

Lluvia tras la sequíaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon