Capítulo 36: Gracias

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Sentía algo húmedo en mi frente, pasé mi mano por enfrente de mi cabeza y sentí una tela húmeda, también escuchaba varios gritos y llantos a lo lejos. Esos ruidos hicieron que poco a poco comenzara a abrir los ojos.

- Vaya, ya estás despierta.

Giré con dificultad mi cabeza y pude ver a Yushiro sentado en el suelo y recargado en una pared. Su semblante era algo decaído y parecía estar mirando a la nada.

- Yushiro... san. ¿Dónde...?

- Estamos dentro de una casa, te traje aquí porque estabas inconsciente, así que no hagas más preguntas tontas.

Así que fue él quien me cargo cuando me estaba desmayando, si... comienzo a recordar, Tamayo me estaba ayudando a deshacerme de las células de...

- ¡¿Y Muzan?! No me digas que...

- La batalla ha terminado.

- ¿Eh?

Yushiro giró su rostro para mirar hacia la ventana y al seguir su mirada, me di cuenta de que afuera de esta casa estaba todo iluminado por la luz del sol.

- ¿Ganamos? – Pregunté

- Ya te dije que no hagas más preguntas tontas, y sí. Hemos ganado.

No pude evitar una sonrisa al escuchar esas palabras, pero Yushiro pareció molestarse conmigo al verme sonreír. Iba a reclamarle, pero recordé la razón por la que no anda de buenas.

- Lamento lo que le sucedió a Tamayo san. Yo...

- No digas nada más – Me interrumpió – No quiero tu lastima.

- Tamayo también fue importante para mí – Le dije – Yo también me siento triste por su partida.

- ¡¿Tu?! ¡¿Triste?! Si solo se vieron una vez, ¡¿Cómo puedes decir eso?!

Al escuchar su reclamo me decidí por comenzar a levantarme.

- Es verdad que solo pasamos poco tiempo juntas, pero eso fue suficiente para mí para quererla como una amiga.

- Jum.

- Quizás no me creas, pero Tamayo san te dejó un mensaje.

Los ojos de Yushiro me miraron con intensidad mientras terminaba de ponerme de pie, me di cuenta de que mis manos ya estaban en su lugar nuevamente.

- Vive Yushiro san, ella me dijo que nunca dejes que la soledad te agobie y que, si existe la reencarnación, que la esperes para poder corresponder tus sentimientos.

- ¡Eres...!

Yushiro se levantó de golpe y me tomó por la ropa de mi cuello, su rostro reflejaba mucha ira y enojo.

- ¡¿Cómo te atreves a decir eso?! ¡¿Cómo te atreves a mentir usando su nombre?! ¡¿CÓMO TE...?!

"Gracias. Tal vez al principio no te vaya a creer, por eso dile lo siguiente..."

- "No importa lo complicado de la situación, ni lo difícil que puede ser la vida. Lo que verdaderamente importa son las agallas de seguir adelante."

- ¿Eh?

El rostro de Yushiro comenzó a cambiar, su enojo era remplazado por la incredulidad y sorpresa.

- ¿Cómo... cómo sabes que me dijo eso?

- Porque ella me lo dijo.

- Pero eso es imposible... Ella...

Lluvia tras la sequíaWhere stories live. Discover now