Algunos días habían pasado desde la batalla final contra el rey de los demonios, yo Tomioka Tsutako, estaba en la finca mariposa escuchando la explicación de Shinobu sobre mi medicina.
- Así que es posible que tengas fiebre y sientas dolor, por lo experimentado por Nezuko, estos son los efectos secundarios de la medicina.
- Entiendo.
Shinobu dejó de ver el reporte que tenia en las manos y recargó la papeleta en sus piernas para mirarme a los ojos.
- Tsutako san, ¿Por qué aun no ha tomado la medicina?
- Es que...
- ¿Uhm?
Shinobu sigue esperando por mi respuesta mientras yo desviaba mi mirada de ella.
- Tengo un poco de miedo.
- ¿Por qué? Los efectos secundarios no son tan...
- Te faltó mencionar uno – La interrumpí.
- Oh...
En eso Shinobu agachó su cabeza y la habitación se hizo de un silencio sepulcral.
- Nezuko... – Shinobu dijo – Nezuko sigue sin recordarte.
- Así es.
Al responder eso hizo que me entristeciera.
- Pero... quizás sea temporal – Shinobu trataba de levantarme el ánimo – Ella tiene muchas lagunas mentales en estos momentos, pero hay cosas que ella recuerda como demonio.
- Si, quizás... quizás sea temporal.
- Entonces...
- Solo dame un poco más de tiempo.
- Pero...
- Por favor.
Shinobu suspiró resignada y solo asintió para decirme que lo hará. Yo me levanté de mi lugar y le agradecí en forma de una reverencia antes de dar media vuelta y salir de su oficina.
Caminaba sin rumbo fijo hasta llegar a una habitación donde había varios heridos por la batalla, entre ellos estaban los hermanos Kamado, Tanjiro estaba dormido y Neuko velaba por su descanso, por lo que no quise molestarlos y me fui sin hacer ruido.
Seguía caminando sumida en mis pensamientos hasta que una mano en mi hombro derecho me detuvo y me espantó.
- ¡Ah! ¿Quién...?
Al mirar hacia atrás, no pude evitar esbozar una sonrisa al darme cuenta de que era Kyojuro.
- ¿Te encuentras bien?
- Si, ¿Por qué preguntas?
- Es que te estaba llamando y no te detenías.
- Ah, perdón por eso, es que estaba pensando en algunas cosas.
- ¡Umu!
Kyojuro se cruzó de brazos y no dejaba de mostrar esa sonrisa que tanto atesoro.
- Entonces, ¿Te puedo acompañar?
- Por supuesto.
Me hice a un lado para que Kyojuro se pusiera a mi izquierda y los dos comenzamos a caminar a paso lento.
Kyojuro me estaba contando todo lo que había hecho en el día, y también sobre la repentina llamada de los pilares, algo que me sorprendió escuchar.
- Entonces, este será el adiós de varios amigos y compañeros.
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Lluvia tras la sequía
FanfictionMilagrosamente sobreviví a esa noche de pesadilla donde un demonio apareció y me atacó. Sin embargo, el precio por haber logrado salir de ahí fue vivir como un demonio. Decidí alejarme de todos, pero el destino es demasiado cruel para hacerme encont...