Capítulo 8: Poniéndose al corriente

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Iba caminando al lado de Giyuu hacia su hogar y finca, la noche finalmente había llegado y por fin pude salir de esa habitación. Al parecer, los pilares tuvieron una reunión y no fue hasta que acabaron el cual yo pude salir.

La pilar del amor, Kanronji Mitsuri se acercó a mí para hablar de inmediato, me bombardeo con muchas preguntas que fueron difíciles de contestar, ya que me lanzaba una pregunta tras otra. Al parecer el pilar de la serpiente, Iguro Obanai, está enamorado de ella porque no la descuidaba en ningún momento y siempre estaba al pendiente de ella.

Otro que se acercó para hablarme fue el pilar del sonido, Uzui Tengen, tiene una coqueta y divertida forma de hablar, me sorprendí mucho al enterarme de que tiene tres esposas. El pilar de la roca, Himejima Gyoumei solo me dedicó un Sutra.

El pilar de la niebla, Tokito Muichiro, se fue de inmediato, por lo que me comentó Kanae, él es muy despistado y no le llaman muchas cosas la atención. Los únicos pilares, aparte de Tokito, que no me dirigieron la palabra fueron el pilar del viento Shinazugawa Sanemi y el pilar de la llama Rengoku Kyojuro.

Este último al mirarme a los ojos tenía la cara bastante roja a pesar de la sonrisa que mostraba, es como si aun estuviera avergonzado por lo que me dijo más temprano. Al recordar eso yo también me puse nerviosa y desvié la mirada.

- Ara ara.

Al parecer Kanae se dio cuenta de lo que hice porque me dedicó una dulce sonrisa. Fue en ese momento cuando mi hermano me dijo que lo acompañara y así salimos de ese lugar después de despedirme de todos.

Caminábamos en silencio, la verdad no sabía de qué hablar en estos momentos. Al girar levemente mi rostro, me di cuenta de que Giyuu realmente se ha puesto mucho más alto que yo, también su rostro ha cambiado mucho, ya no es el niño tierno que recordaba, ahora era todo un hombre.

Fueron varios minutos de caminata para llegar al hogar de mi hermano, debo decir que no fue difícil de recordar el camino, el lugar se ve bastante amplio y muy tradicional. Giyuu abrió la puerta y me invitó a pasar, al llegar a la sala, mi vista se dirigió al jardín que tenía la finca.

- Es hermoso.

Había flores de todo tipo y tamaño, me encantaría que fuera de día para poder ver bien y con detalle los colores de las flores.

- Los kakushis se encargan de su cuidado – Giyuu se colocó a mi lado y me dijo.

- Creí que tú cuidabas el jardín.

- Por lo general no paso el tiempo aquí.

- Ya veo.

Nos quedamos viendo en silencio hacia el jardín y me comenzaba a incomodar, hay tantas cosas que quisiera preguntar, pero Giyuu es tan callado que no sé si me responderá.

- G-Giyuu ¿Ya cenaste? Si quieres puedo prepararte algo para comer.

Comencé a caminar hacia la sala, pero me detuve cuando llegué a la mesa, ya que no sabía dónde quedaba la cocina.

- Gracias nee san, pero no tengo hambre.

- Y-ya veo.

Giyuu caminó hacia la mesa y se sentó en uno de los cojines que estaban acomodados alrededor de la misma, me miró directamente a los ojos y me dio a entender de que quiere que yo también me siente.

Y aquí estamos, sentados sin decirnos nada, llevábamos varios minutos sin decirnos absolutamente nada. La verdad, es que no sé cómo iniciar una conversación con mi hermano, es irónico, hace 10 años no nos costaba nada hablar entre nosotros, pero ahora.

Lluvia tras la sequíaWhere stories live. Discover now