Capítulo 4: Agua contra hielo

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Ha pasado un año desde que me encontré a mi hermano y ya no lo he vuelto a ver, tampoco me he encontrado con aquella amiga suya desde esa noche. Lo que si me he encontrado fueron a otros cazadores de nivel Mizunoto.

Durante este año he aprendido las jerarquías que tienen los cazadores, así también como de sus técnicas de respiración. Por lo que descubrí, utilizan una técnica de respiración para acelerar su flujo sanguíneo.

Dependiendo de su uso, pueden aumentar su fuerza física, así como su velocidad, también pueden llegar a cerrar ciertas heridas para evitar desangrarse. Es realmente impresionante que puedan hacer tales cosas solo con respirar.

Durante un tiempo intenté hacer lo mismo que ellos, pero se interponía con mis técnicas demoniacas, además de que mi cuerpo reaccionaba mal, no sé si porque sea un demonio y mi circulación sanguínea difiere a la de un humano.

Otra cosa que descubrí fue mi aberración a las glicinas, antes esas flores me encantaban, por lo que en cuanto vi unas intenté acercarme y recoger unas cuantas, pero su olor me hizo sentir mal. Tal parece que ya no podré acercarme a esas flores.

Al aprender sobre las glicinas y desistir de utilizar esa técnica de respiración, me concentré en mis propias técnicas demoniacas, gracias a los constantes mal entendidos que he tenido con los cazadores de menor rango, he aprendido a utilizar mi cuarta técnica, sin embargo, he decidido jamás usarla en contra de ellos.

Esta técnica es demasiado cruel para usarlo en contra de los humanos, así que decidí solo usarla para una persona en especial, el demonio que me quitó todo, ese demonio de ojos arcoíris.

Si no hubiese sido por él, yo estaría casada y posiblemente con una familia a mi cuidado, mi hermano seguiría siendo aquella persona amable y no ese hombre frio y triste en el que es ahora.

Sin embargo, no he podido dar con el paradero de aquel demonio, por mucho que he buscado, no he encontrado dar con alguna pista que me diga su ubicación. Esta situación me está llevando al punto de la angustia, ¿En dónde estará?

Esta noche, está siendo particularmente fría, algo raro ya que aún no hemos salido del verano, sin embargo, no le di mucha importancia, desde que me convertí en demonio nunca me he enfermado por el clima.

Mientras seguía por mi camino, vi un pequeño pueblo a lo lejos, desde hace tiempo que decidí pasar por alto los pueblos y nunca me metía a ellos, pero algo peculiar llamó mi atención en este.

Desde donde estaba parada se podía ver los techos de unas casas con un tono blanco, parecía como si estuvieran congeladas y eso era raro. Por lo que me acerqué y entré al pueblo llevada por la curiosidad.

Mientras caminaba por lo callejones, se podía escuchar el choque de dos metales, también podía escuchar algunos jadeos y gritos, algunos de ira, otros de dolor, por lo que me apegué a una de las paredes del callejón y asomé discretamente mi cabeza.

- Arte de sangre demoniaca. Loto de Hielo.

- Respiración de la flor. Segunda postura: Sombra honorable de la ciruela.

Mis ojos no daban crédito a lo que veía, frente a mí se encontraba aquel demonio que trajo la desgracia e infortunio a mi vida. Este demonio estaba pelando con aquella mujer de apellido Kocho que acompañaba a mi hermano. Si ella está aquí ¿Acaso mi hermano también?

El sonido del metal rompiéndose me sacó de mis pensamientos y me preocupé por la amiga de mi hermano al ver que su espada se había partido en dos.

- No puede ser – Aquella mujer dijo.

- De verdad diste tu mejor esfuerzo, eres digna de ser salvada de este sufrimiento terrenal.

Ahora que me doy cuenta, la amiga de Giyuu parece estar en muy malas condiciones, tiene varias heridas por todo su cuerpo y está perdiendo bastante sangre. Si esto continua así, ella morirá.

Lluvia tras la sequíaWhere stories live. Discover now