Capítulo 7 | Ser

942 38 36
                                    

«Siempre luché contra mí misma, pero hoy sé que debo dejarme ser y no reprimir todo aquello que me hace única»

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.

«Siempre luché contra mí misma, pero hoy sé que debo dejarme ser y no reprimir todo aquello que me hace única».

Nix

Acababa de salir de su oficina y joder... no sé qué me sucedió o porque motivo cedí, es decir, me atrae, sexualmente hablando claro. Es un hombre demasiado atractivo por el cual hasta los ciegos desearían ver, su voz es otro buen bonus y ese físico tan caliente me seduce y hace querer ceder a todo.

Aunque ya cedí hoy.

Y no me arrepiento, en absoluto, de hecho, creo que me gustaría volver a tenerlo entre mis piernas porque me hizo sentir lo que jamás en mi vida, me sentí plena y satisfecha.

Sentí que las llamas del averno me consumían, un poco más y me voy con papá Diosito o con el Diablo, a donde llegase primero, pero lo acontecido hace unos instantes me tiene con la cabeza en otro lado, siento que mi humor está mejor que esta mañana, además las bragas que me regaló están muy suaves.

Caius en serio me hizo sentir bien, trato de mantener un caminar normal, con bastante dificultad considerando el que porto unos tacones altos y caminar de por si es complicado y ahora con esta sensibilidad en mí vagina peor, siento que si sigo recordando lo que pasó y sigo caminando así me provocaré otro orgasmo yo solita y solo por caminar, sería un desastre del cual me gustaría que Caius esté presente y ayude.

Debo pensar en otra cosa antes de ceder a la locura ¿y si juego basta? A ver un animal con v de vaca... estem... pendeja víbora ah cierto también vaca.

Bien dice mi madre que pendeja se nace y no se hace.

Llegué a mi oficina, revisé los correos y carajo... debo volver con esa bestia. Como pude volví a levantarme, tengo sólo veinte minutos, la presentación ya la tengo hecha, pero debemos arreglar la sala de conferencias.

Corro a su oficina y entro sin tocar.

—¡Caius Willam Zorova! —sus ojos me escanean interrogantes.

—¿Quién eres? ¿Mi madre? —dijo burlón. No tengo tiempo para sus bromas—. Nix, haz el favor de no llamarme por mi nombre completo pareces mi madre —hizo una mueca de disgusto.

Bufé. Este hombre es imposible.

—No me importa si hablo o no como tu madre —reproché—, tenemos sólo dieciocho minutos para arreglar la sala de conferencias porque al señor aquí presente se le olvida todo.

—Sé más específica —pidió frunciendo el entrecejo cruzándose de brazos.

—No soy tu jodida secretaria grandulón cabeza de nuez —alcé la voz exasperada—. Y por si no lo recuerdas lo cual acabas de confirmar, te recuerdo que tenemos una junta con los CEO de Gucci y Victoria's Secret para marcar los acuerdos de la fusión y la pasarela.

Resiliencia [+18] ©Onde as histórias ganham vida. Descobre agora