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Capítulo 8 | La Prueba

«Una prueba no es aquella impuesta para conocer quien vence y quien no, es aquella que revela tu verdadero ser... porque al final eres tú propio desafío»

Caius

Habían pasado ya dos semanas desde la junta con ese par, una junta con especial tirante debido a la imprudencias de Valery quien no sobra decir es muy encimosa y siempre me llena de mensajes para salir a tomar algo, pero necesito que comprenda que no me interesa su genuina manera de joder y hacerme perder el tiempo, lo malo es que no puedo bloquearla porque claro es la CEO de una de las marcas con las que colaboramos si fuera una de las modelo la elimino de la faz, pero no la que tenía que joderme era ella.

Que se vaya a la puta mierda, ella y su capricho pendejo. Por supuesto que, al ser un hombre de negocios, millonario y con un atractivo que según algunas y cito: La belleza inhumana y divina si es real y usted la posee, con usted es hasta privilegio una simple mirada.

Siempre a nuestro "tipo" de hombre nos catalogan como mujeriegos y moja bragas y pese a que lo segundo mentira no es, lo primero no nos abarca a la mayoría, al menos hablando de mi persona. No soy alguien vaya de bar en bar o de prostíbulo en prostíbulo porque las cosas no son así y sí he tenido mis encuentros como hace una semana con la secretaria de esa amargada, pero no es algo común.

Además de tener mis estándares y por lo general las nenitas de papi chillonas y latosas no son ni de mínimo una opción de desfogue, simplemente son eso muñecas de aparador con materia gris nula.

Aunque ahora mismo la única que tiene mi total y absoluta atención es Nix que por cierto debe probarse el vestuario para la pasarela cuestión que no me pone muy feliz, pero conociéndola sé que muy intrínsecamente lo deseaba, además ¿Quién soy yo para impedirlo?

Me tiene un tanto inquieto el hecho de que participe de la pasarela porque sé que no le gusta para nada la exposición social, es una mujer que brilla por si misma sin necesidad de reflectores apuntándola, sin embargo, es la mujer más hermosa que jamás desfilará.

No mentía cuando le dije que sería una Diosa.

—No me digas que tanto sexo ya te atrofió el cerebro Zorova —dijo irónica.

—Para tú información bella dama, no se me ha atrofiado nada —la miré a través de la ventanilla del auto.

Se veía preciosa así de relajada con ese conjunto deportivo negro que resaltaba aún más su belleza, ayer por la noche habíamos acordado o mejor dicho le había avisado sin opción a réplica que pasaría por ella para llevarla con Katerina Nicov amiga de mi madre y una modista de renombre en Europa, ella es la encargada del vestuario de Nix, por tanto, hoy debe tomarse las medidas y ver el diseño de la ropa que usará en la pasarela y en la gala de la noche previa.

—¿Vas a subir o te subo? Cualquiera que elijas, aunque yo no tengo problema con la segunda opción —la miré con malicia y solo entornó los ojos—. Girar los ojos es de mala educación señorita Kane —dije a modo de reprimenda.