Capítulo 22 | Confesiones

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Caius

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Caius

La culpa corroe y mata al más fuerte y aquello es lo que a Hela Kane le ocurría, cargaba más culpa que vida dentro de ella, no sabía hasta que grado la afectaba todo aquello que había pasado, pero el sólo hecho de pensar en los dos infiernos que atravesaron y sobrevivido me hace creer fielmente en que las ganas de vivir son más aferradas al humano que el humano a ella.

Son seres extraordinarios e invencibles.

Mi mente y alma se habían quedado atrapados en el limbo, un trance del que me negaba a salir porque sabía que sería más que difícil domar a la bestia sangrienta que en mí habita, mientras escuchaba lo que Hela relataba más me convencía de que la suya... había sido una historia llena de horrores que me hacían rogar porque fuese no más que un invento lleno de perturbadoras torturas, pero... lamentablemente no lo era.

No era algo ficticio, esta era la vida real y los humanos son más monstruos que los de las historias, porque después de todo quienes habían escrito esas atrocidades o inventado seres asesinos eran humanos. La crueldad materializa maldad y la muerte lo acompaña siempre de la mano.

Me hubiese arrodillado ante cualquier deidad con tal de lograr desmentir lo que mis oídos escuchaban, pero no podía, nadie podía volver el tiempo atrás y hacerme llegar más lejos del muelle al menos una hora antes, pero el hubiera o la posibilidad no eran opcionales cuando se juega con la balanza de la vida y la muerte con cada respiro.

Ahora mi mente estaba plagada de imágenes borrosas impuestas luego de aquel relato, con cada minuto que pasábamos en aquella maldita cueva mi odio hacia el imbécil mayor de los Casteller crecía a tal punto de querer matarlo. Deseaba llenar mis manos de su sucia sangre, anhelaba descuartizarlo y alimentar a mis canes con él, lo haría, a su debido tiempo.

Quería tomar su cabeza como trofeo y ponerla a los pies de las Kane, especialmente de mi Cherry, pero no puedo intervenir en una guerra que no es mía.

Muy a mi pesar yo no podía asesinarlo y saldar la deuda, porque nada había sido contra mí. Había sido contra la mujer a la cual juré proteger hasta el último suspiro de mi alma, pero si ella no me lo pide yo no puedo atentar contra la miserable vida de los Casteller.

Aunque, puedo guiarme por mi instinto y asesinar a todo ese maldito clan por osar ponerse en mi contra y querer derrocar mi imperio, no saben lo tan retorcido de mente que puedo ser cuando de torturar y castigar se trata.

Contemple a la pequeña Kane temblando, aunque su rostro irradiaba su furia, su cuerpo la estaba conteniendo y no podía parar de pensar en lo mal que debieron acabar aquellas chicas. Pasaron un cautiverio a corta edad y las hirieron más tarde, hasta que quedaron desechas, con grietas que puedes sanar y otras que no.

Y su ejecutor siempre fue el mismo "Los Casteller".

Mi cuerpo se había tornado rígido luego de tener que enterarme sobre la cruda verdad que las acechaba, bien se dice que jamás conocerás a alguien hasta que no se te haga ver los fantasmas que les impusieron y lo que cargaban las Kane era más grande que un infierno.

Resiliencia [+18] ©Where stories live. Discover now