Capítulo 24 | Los Casteller, nido de muerte...

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ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de violencia física fuerte, proceda con su lectura bajo responsabilidad propia. 

Caius

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Caius

«Los monstruos no siempre vienen de fuera, a veces viven bajo tu mismo techo, solo hace falta prestar atención»

Miedo estaba atascado en lo profundo de mi garganta...

Mi corazón latiendo a mil por segundo, la desesperación y sobre todo la incógnita me dejaban un regusto a hiel, no soportaba verla débil sobre esa maldita cama con una intravenosa dándole sangre dándole vida, sus labios siempre rosados son secos y cenizos, llevaba ya horas sin despertar, mi niña es fuerte, ella puede con esto y más eso lo sé, pero maldigo a la idiota de Bianco por haberla lastimado, si antes quería matar a esa familia ahora no puedo esperar para destrozarla desde dentro, empezando por mi ahora "prometida".

Al menos podré decir que será un viudo sexy.

Sé que con la decisión que estoy tomando lastimaré a la demonia de mis ojos, la lastimaré en el proceso eso es más que seguro, pero ella deberá entender que por mucho que se esfuerce por parecer fuerte y querer levantarse ella sola, en la guerra es mejor tener aliados que estar solo. Espero que más pronto que hoy entienda que mi vida jamás será antes que la suya, por eso soy quien ahora mismo está tomando decisiones y actuando, no podremos avanzar juntos, a veces no se puede y este es un claro ejemplo de la maldita codependencia que creamos en un lapso minúsculo de tiempo.

Muy a mi favor la vida de Nix pende de mis manos y de las decisiones que tome, no espero que lo comprenda de buenas a primeras y si se enoja conmigo, que lo haga, estará enojada pero no muerta y eso me sobra y basta.

Mis pensamientos no paraban de rebobinar y eclosionar como una bomba imparable, debía ver por el bienestar de mi familia y la de Nix, ella lo que debe hacer es recuperarse y me temo que no podré ayudarla, al menos no ahora.

No podía dejar de mirarla, su mano fría entre las mías punzaba en mí la necesidad de grabarme a fuego cada una de sus hermosas facciones, de contemplar a la única mujer por la que bajaría al infierno infinitas veces, solo para poder verla; por la que soy capaz de dar mi alma y vida.

—¿Está seguro de hacerlo? —un suspiro acompañado de la voz de Hela a mi espalda era lo único que llenaba la habitación, había pasado toda la noche en vela y ahora mismo estaba por anochecer, solo puedo hacer esto, si eso asegura que la loca menor de los Casteller ya no atentará contra mi mujer. —Ella te odiará, no creo que dure mucho, pero lo hará.

—No me importa su odio—dije con muy poca seguridad. —Lo haré si con ello aseguro su vida.

«Prefiero verla herida que muerta»

Me incliné para besar sus labios, estaba fría consecuencia de la morfina, aquel beso frio fue más una despedida mía de la cuál ella no estaba enterada. El pensar en el odio que despertaré en ella es escalofriante, es una mujer fiera que no da perdón a cualquiera y aunque Hela diga que ella me perdonará sé que me costará recuperar a mi mujer.

Resiliencia [+18] ©Where stories live. Discover now