Capítulo 18 | Atando cabos

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Caius

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Caius

Estaba, definitivamente perdido por ella, estoy seguro de que, si me pidiera el mundo, se lo entregaría así tenga que vender mi alma al mismísimo Diablo, por ella soy capaz de lo más crudamente imposible, sólo por ella.

Para mí ya es una incesante necesidad el saber si está bien, que él lo que siente y porqué, mi necesidad de ella es más de lo que puedo manejar, Nix está apoderándose de mi ser completamente.

—Camina más rápido Zorova —la exigente voz de Nix llenó mis sentidos despertando el recuerdo de lo que acabamos de hacer hace menos de cinco minutos en su auto, fue una total delicia tener tomando el control, la forma en la que me montaba era bestial, el sólo recordar como con su propia humedad me bañaba para masturbarme era estar en el jodido cielo.

La forma en la que sus paredes se apretaban apresándome en su interior bastó para hacerme jadear como nunca, su interior exprimió hasta lo más recóndito de mi deseo y yo complacido la dejé hacer conmigo lo que se le antojase.

Tratando de salir de mi ola de recuerdos seguí a la hermosa demonia que me guiaba, íbamos recorriendo cada pasillo de la inmensa mansión en la que se celebraría la gala más importante del año y de mi empresa, por lo general yo no asistía a este tipo de pendejadas, sin embargo, eso debía cambiar puesto que ahora soy yo uno de los invitados estrella, Nix será el ángel principal, la que llevará los vestuarios más hermosos según Katerina.

—Mis preciosos niños, que bueno que ya están aquí, me alegro tanto —mi tía corrió a vernos y atrapó a la pelinegra en un abrazo casi asfixiante, pero ella parecía más en calma con aquel afecto inesperado, por mi parte esperé paciente a que dejasen de conversar y entonces sí, llegó mi abrazo. —Hueles a sexo, querido.

—¿Te sorprende? —la miré enarcando una ceja a lo que ella respondía con una carcajada y negando me dio la espalda.

—Eres increíble mi niño, eres idéntico a tus padres, cada día me convences más de ser una versión mejora o un karma más pesado jaja.

Amaba a mi tía, honestamente esa mujer se merecía todo mi ab soluto respeto, no sólo por ser la mejor amiga de mi madre, sino por la familia de la que viene, lo que le sucedió y el verla sonreír a cada nada, lo curioso del mundo de la mafia es que sin importar quiénes seamos o a que clan pertenezcamos siempre podemos optar por seguir ese sueño imposible como le llaman y tener éxito, porque podemos costearnos de los mejores talleres o escuelas, pero el precio de estar aquí es la vida misma, la muerte es el único boleto de salida de aquí.

En mi mundo, sólo hay dos opciones matas o te matan por ello siempre tenemos que andar con ojos hasta debajo de los pantalones, no sabes quién ya le puso precio a tu cabeza y a veces el enemigo es tu más grande aliado.

Por ello mismo no confío ni en mis ojos, ya que estos pueden jugármela mal y ver sombras dónde no hay nada.

—Camina Caius que no tenemos todo el día, faltan sólo dos días para el maldito desfile —mi pelinegra habló y yo la seguí como todo un pendejo. Debo dejar de parecer perrito detrás de ella.

Resiliencia [+18] ©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن