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Capítulo 23 | Enfrentamiento

En galería: My last breathe - Evanescence

Nix

Vaya noche la que he tenido, una confesión fue lo que bastó para que mi mundo se destrozara, que un demonio sin alma como lo es Caius hizo que mi coraza se agrietara, reconozco que mi confesión también ha sido sorpresiva hasta para mí, aunque me temo que no todo es color de rosa porque ahora mismo no sé si lo que dije anoche es cierto o un bagaje mío con tal de mantenerlo cerca de mí.

Es algo frívolo y muy desconsiderado de mi parte, pero a este punto de mi vida me he dado cuenta de que es mejor extender un mano y dejar la otra en el gatillo del arma, en realidad no sé que hacer, mi vida está llena de impedimentos y sobre todo de situaciones que no le deseo a nadie, pero sobre todo y aun no comprendo porqué es que alguien como Zorova puede enamorarse de alguien como yo, no lo entiendo por más que me quiebre la cabeza sopesándolo no hallo respuesta.

Desde que lo conozco ha sido un ególatra imbécil sin sentido de la humanidad, pero ahora mismo no creo que pueda decir lo mismo, ha sido tan diferente pasar más tiempo con él, me es inevitable creer que quizá es una artimaña para que no lastime a sus seres amados, aunque siendo sincera yo también lo engañé cuando entré a su vida y aun así él no me rechazó esta noche cuando lo vi llegar, me siento como una idiota porque estoy quebrando la coraza que me prometí jamás romper, mis palabras parecen ser grietas y promesas vagas de lo que soy o quise ser.

Vagos recuerdos vienen a mi mente como una compilación de momentos en los que el aparecía y me "salvaba", momentos de tensión, recuerdos de su mirada sobre mi y escaneándome, sus jodidos mensajitos de no me molestes voy a estar con una amiga o donde me decía que estaría ocupado y que me encargara yo, ahora sé que lo hacía por molestar, pero y si lo de sus amiguitas no fuera cierto y si es bien puto, bueno eso jamás lo negué, pero no puedo pensar en la fantasía literaria de "yo cambié por ella", ese cinismo no es real, una persona no cambia de un día a otro, jamás pasaría eso, menos con alguien tan siniestro como él; porque podrá comportarse muy noble y hasta parecer un idiota empedernido, pero no lo es, es un manipulador como todos los que estamos metidos en este mundo de mierda como lo es la mafia.

¿Lo amo? Por supuesto que no, quizá amo el ideal.

No lo creo, yo no creo en el amor dentro de la mafia, mis emociones ahora mismo son un cero a la izquierda, yo no pienso cambiar y aunque aceptara estar a su lado, no creo soportar el peso de tener una debilidad.

Soy precavida y más con los hombres que pertenecen al mismo mundo que yo, estoy cien por cien segura de no amarlo, pero quizá logre hacerlo, en algún momento puede suceder, pero hasta ahora no ha sido así. Me encuentro en un conflicto emocional y personal demasiado fuerte para mí, mis emociones luchan por salir y yo solo temo a tener debilidades o a convertirme en una bestia como la que juré matar.

No quiero amarlo, porque siempre que mi corazón habla alguien muere o sale herido. Como pude me levanté de la cama, había dormido a lo mucho una hora y desde entonces he estado sentada con el brazo de Caius rodeando mis piernas y su cabeza sobre mi regazo, lucía tan inofensivo de esa manera, me puse unos leggins y me dejé la camisa de Caius, caminé descalza hasta la habitación de mi hermana que estaba a l oro lado del pasillo, toqué y entré cuando me dijo que pasara.