Resiliencia [+18] ©

Capítulo 21 | Después de todo, este cuento no era fantasía...

ADVERTENCIA. Este es un capítulo fuerte con escenas explícitas, se recomienda continuar bajo su completa responsabilidad, sin más por el momento. ¡Disfruten! y no me coman viva. 

Hela

«...cuando el dolor ha sido el renacer de tu alma entonces entiendes que ya nada puede dañarte.»

Dolor, sufrimiento y sangre en eso se había convertido mi vida después del cautiverio.

Pero había algo más fuerte enganchado a mi alma y era la sed de venganza, de doblegar a mi merced a aquellos monstruos que me volvieron lo que soy.

Mi alma aclama venganza y sangre traidora.

¿Miedo? Hacía ya muchos años en los que no experimentaba el miedo y hasta ahora no lo había sentido, era inadmisible en mi vida, al menos eso era lo que pensaba; después de todo, el miedo no es más que la raíz de emociones acumuladas y desencadenadas por diversos traumas o situaciones e incluso palabras.

Sólo está en nosotros tratar de engañarnos o superarlos, aunque en mi caso y en el de mi hermana gemela era asesinarlos.

Mis emociones siempre han estado enjauladas muy dentro de mí igual que un motor impulsándome cuando siento que la atmósfera se cierne sobre mí, sin embargo, las cosas siempre cambian; todo en la vida es subjetivo hasta que llega a su quiebre y entonces ya no lo es.

Ley de la vida le llaman.

Soy alguien inquebrantable eso dicen, la verdad no lo pienso de aquella forma, sino que es claro que yo no fui engendrada para gobernar y nunca lo he querido, mi querida hermana es más líder que yo y se lo agradezco, sin embargo, recayó en mi ser líder de los mercenarios y sobre todo proteger a mi hermana como ella lo haría por mí.

Ella me protege a mí y yo a ella, todo en esta vida se devuelve nada debe ser unilateral porque entonces se tambalea el equilibrio de nuestro dominio.

Para mí la calma es inalcanzable aun cuando puedo rasgar pequeñas partículas de ella me es imposible montarla del todo, más aún cuando se vive bajo el yugo de la amenaza haciendo que cualquier paso en falso o ruido me alerte por mero instinto y eso no es bueno al menos no lo es para alguien normal.

Sin embargo... yo no soy normal.

Salí de la central hace un rato dejando a mi hermana atrás quien como siempre se había quedado pensando en su perfecto galán. Se está aferrando demasiado a algo que no se sabe si es tangible o posible, los encuentros sexuales son una cosa, pero no por ello significa que ambos se enamoren ¿o sí? Quizá estoy muy insensible tomando en cuenta que estoy en una relación y debería entenderla, pero entender a Nix es como tratar de averiguar porqué las cucarachas jamás se extinguen, es casi imposible.

Mi hermana es un laberinto con salidas dudosas, pero he llegado a comprenderla y descifrarla más de lo que ella cree y pese a mis pesimistas pensares sé que está cayendo por el líder de los rusos, así como también sé que él está más perdido que la china en su bosque.