Capítulo 12: Se equivocó

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Advertencia: Mención de intento de abuso sexual


Yin Mingzheng prácticamente voló de vuelta al barrio y subió corriendo las escaleras. Era la primera vez en su vida que se sentía tan ansioso por volver a casa.

Cuando llegó a casa, se apresuró a entrar en su habitación, cerró la puerta y se tumbó en la cama, rodeándose con los brazos.

"¡Ve a hacer la cena! Pequeño bastardo, ¡sal de tu habitación y haz la cena! Tengo hambre".

Yin Qiang golpeó la puerta con el puño, bang, bang, bang.

Yin Mingzheng se tapó los oídos.

"¡Sal ahora mismo! ¡Bastardo!"

Yin Qiang empezó a patear la puerta.

Yin Mingzheng le ignoró.

De repente, Yin Qiang dejó de gritar. Probablemente cayó inconsciente de tanto beber.

Yin Mingzheng respiró aliviado. Empezó a morderse las uñas y accidentalmente se arrancó un trozo grande de uña. Sólo así pudo aliviar un poco la rabia y las náuseas de su corazón.

Aquel hombre repugnante había vuelto.

Por aquel entonces, mucha gente de la comunidad le rechazaba. Decían que su padre tenía problemas, así que él tampoco debía ser bueno. Le miraban raro y le excluían. Sin embargo, había un hombre que no pensaba así. Este hombre era el hombre que Yin Mingzheng se encontró hoy.

Era muy amable con Yin Mingzheng.

Yin Mingzheng le ignoró al principio, pero, cada vez que veía a este tío, le prestaba atención y le daba bocadillos y juguetes.

Yin Mingzheng, que aún era joven, fue bajando la guardia. Sentía que ese tío era una buena persona.

Una tarde, cuando estaba en quinto curso, el tío le invitó a jugar a su casa. Yin Mingzheng no quería volver a casa y ver a su padre alcohólico, así que aceptó.

La familia del tío tenía mucho dinero. La casa en la que vivía era muy grande, y el diseño interior era de muy alta gama.

Yin Mingzheng miró la casa del tío con curiosidad.

El tío le pidió que esperara un rato en el salón. Le sirvió una copa y le dijo que su mujer y su hija no estaban en casa, así que no hacía falta ser educado. Luego fue a la cocina a prepararle algo de comer.

Yin Mingzheng no tocó la bebida. En aquella época aún era un estudiante de primaria, por lo que era una experiencia novedosa estar en una casa tan grande y bonita. Paseaba por la casa cuando vio una puerta medio cerrada. La abrió de un empujón y entró.

Entonces, se quedó de piedra en el sitio.

Era una sala de estudio. La mitad de las paredes estaban cubiertas con sus fotos. Había todo tipo de fotos, todas ellas tomadas en secreto sin su permiso.

Mientras estaba allí aturdido, el tío apareció en silencio y le abrazó por detrás. Lo abrazó con fuerza, gritando su nombre una y otra vez. Su fuerte respiración le rozaba el oído, provocándole casi el vómito.

Yin Mingzheng estaba aterrorizado. No tenía claro qué había pasado exactamente, pero instintivamente sabía que estaba mal. Luchó desesperadamente. Finalmente, se soltó de las garras de aquel hombre y salió corriendo de la casa.

Estuvo jadeando todo el camino de vuelta.

Cuando llegó a casa, se lo contó a Zhou Juan. Zhou Juan le dijo que no causara problemas y que el asunto estaba zanjado.

Salvando al Trág1co Adon1sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora