2 | Un Golpe Inesperado

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Nico

La primera cosa que noto es la sangre corriendo bajo mi nariz. El sabor metálico me llega a los labios, pero la veo continuar goteando hacia mi playera blanca y tiñéndola de rojo en lo que debe parecer mi propia escena de muerte.

Me toma unos segundos entender lo que acaba de pasar y orientarme. Cubro mi nariz con la mano y la aprieto cerrándola, tratando de parar la sangre, mientras escucho pasos entrecortados alrededor de mí.

"Dios mío ... ¿Estás bien?"

Sólo puedo asumir que es la voz de la chica diciendo eso, y estoy bastante sorprendido que todavía esté aquí después de que hice el ridículo frente de ella.

Pero de repente ella agarra mi brazo izquierdo y me ayuda a levantarme, sin parecer importarle que hay sangre sobre mí. Es más, ni siquiera parece que se inmute por ello. Miro alrededor para ver que el Sr. Cobarde no está por ninguna parte. Claro que se iría corriendo como una nena en vez de pelear limpio.

"¿Hay una enfermería?" la chica me pregunta alarmada.

Asiento con la cabeza y rápidamente empiezo a caminar hacia esa dirección, dándome cuenta que necesito llegar ahí pronto. Tengo miedo de hablar ya que no quiero que más sangre llegue a mi boca. Además porque estoy avergonzado sobre lo que acaba de pasar y ahora quisiera que ella se desapareciera también.

Desafortunadamente, me sigue todo el camino a la enfermería, y hasta veo que toma asiento en el área de espera después de que una enfermera me pasa a una cama de inspección.

Las buenas noticias son como con la mayoría de golpes, el daño parece mucho peor de lo que realmente es, y después de que la enfermera logra parar la sangre y limpiarme, ella confirma que mi nariz no está rota. No creí que lo estuviera, pero aún así siento mucha presión detrás de mis ojos y alrededor de mis pómulos.

Le informo que necesito llegar al entrenamiento lo más pronto posible, pero dice que no me puedo ir por al menos otra media hora, alegando que necesito descansar con una compresa fría sobre mi cara para ayudar con la hinchazón. También me da otra playera para cambiarme, y en verdad estoy agradecido por ello ya que no quiero aparecerme al entrenamiento pareciendo un asesino en serie.

Al tiempo que finalmente me da de alta, estoy seriamente enfurecido. Ahora estoy más de una hora tarde para nuestro primer día de entrenamiento, si no más, y soy el maldito capitán del equipo.

Para empeorar las cosas, la chica todavía está esperando en el área de espera cuando salgo. ¿Por qué no se va?

Ella se levanta y me mira con preocupación, pero la rozo al pasar y me salgo de la enfermería sin decirle nada. No necesito que ella pierda más de mi tiempo, y sé que probablemente acabaré diciendo algo de lo que me arrepentiré. Adrián siempre me decía que debería pensar antes de hablar, y esto se siente como una de esas ocasiones.

Por suerte ella no me sigue y corro a toda velocidad hacia la cancha de fútbol. Al menos ella parece saber cuando retroceder.

Una vez que llego, me doy cuenta que el entrenamiento se ha acabado y la mayoría de los jugadores ya se han ido. Empezó a lloviznar así que tal vez decidieron terminar temprano. El entrenador me da una mirada punzante, y me preparo para la paliza que está por darme.

"¿Dónde diablos has estado, Durant?" me ladra.

"Perdón, Profe. No fue mi culpa, lo juro," contesto débilmente.

"¿Quién fue esta vez? ¿O fue Ruiz de nuevo? Te dije un sinnúmero de veces que lo ignoraras."

"No, no fue Ruiz. Ya superé eso. Fue uno de primer año. Estaba en camino aquí, y él –"

Amando A OliviaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang